En su último compromiso público como primera ministra, una visita al asentamiento maorí de Ratana, en la Isla Norte, dijo que “odiaría” que su salida fuera vista como “un comentario negativo sobre Nueva Zelanda”.
La hasta hoy jefa de gobierno de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, dijo sentirse agradecida hacia su país en su último discurso oficial como primera ministra este martes, expresando que la abrumadora mayoría de los neozelandeses le mostró su “amor, empatía y amabilidad”.
Así lo expresó la mujer de 42 años en un evento maorí en honor a Tahupotiki Wiremu Ratana, el fundador de un movimiento religioso y político en la nación del Pacífico.
Agradeció al pueblo de Nueva Zelanda desde el fondo de su corazón por “el mayor privilegio de mi vida”. “Me voy con un sentimiento de gratitud por haber ocupado esta maravillosa función durante tantos años”, dijo a la prensa desde la cuna de uno de los movimientos políticos indígenas más influyentes del país.