El aumento paulatino de las temperaturas invita a salir al aire libre. El devenir tímido de la primavera y luego del verano instan a abandonar los ambientes cubiertos para disfrutar de los espacios abiertos. Quienes viven en departamento y no tienen la fortuna de contar con un balcón, llenan las plazas y los parques. Aquellos que sí lo tienen, lo vuelven una extensión exterior del hogar.
Lo mismo ocurre en las casas o apartamentos con terraza. Este espacio durante el invierno desmerecido y casi ignorado se vuelve protagonista. Ese pedazo de suelo a cielo abierto que sólo se usa para tender la ropa, de pronto se transforma en el espacio favorito del hogar. Y junto con este interés surge la necesidad de aprontarlo para su disfrute.
Se emprende la tarea de decorar y adecuar ese espacio exterior para aprovecharlo íntegramente. Se navega entre publicidades y catálogos de muebles de terraza que hasta entonces pasaban totalmente desapercibidos. Comienzan a ser notorios y deseables para los consumidores. Y se presenta la difícil tarea de elegir.
De elegir primero el estilo que se le quiere dar a la terraza. De definir después qué tipo de mobiliario incorporarle. Si un juego de terraza de ratán, sí sillas plegables, si sillones de mimbre o tapizados. Si de tela o de cuero ecológico, es más fácil de limpiar. Si colocar un toldo para tapar el sol y evitar que una lluvia arruine el momento. O arriesgarse a mudar la velada adentro ante la primera gota.
Mucho más que un simple ambiente exterior
Decorar y acondicionar la terraza no es sólo eso. Es adecuar el ambiente descubierto, una extensión de nuestro hogar, para el disfrute personal y comunitario. Pensar la terraza que se quiere tener es pensar lo que queremos hacer en ella. Y con quién o quienes queremos compartir esos momentos de esparcimiento y relax.
No es lo mismo considerar una terraza destinada al descanso propio y solitario que una enfocada en invitar gente a divertirse. Si se va a usar más de día que de noche o viceversa. La iluminación artificial deberá variar. La decoración puede ser muy diferente. Y también la disponibilidad de sitios para sentarse y para apoyar objetos.
En función de eso se decidirá qué y cuántos muebles de terrazas comprar y dónde ubicarlos. También dependerá de las dimensiones de las que disponga. Si está ubicada en el noveno piso de un edificio o en la tercera planta de una casa. A qué hora recibe sol. Si se quiere mantener el estilo de la superficie cubierta o innovar con un perfil totalmente diferente. Y, por supuesto, con qué presupuesto se cuenta.
Elegir los muebles en función del espacio y el uso
Hacer de la terraza el lugar favorito de la casa depende sólo de las ganas de disfrutarla. Hay que pensarla como cualquier otro ambiente del hogar y dedicarle el mismo entusiasmo. Si es necesario limitar el gasto, se puede optar por muebles de terraza baratos, pero no por eso menos lindos y confortables.
Sea más grande o más chica, la idea es lograr transformarla en un espacio de relajación y disfrute. Y esas sensaciones están directamente relacionadas con su aspecto. Con el tipo de suelo, la paleta de colores empleada, los objetos de decoración y los muebles que se elijan disponer. La colocación de espejos, alfombras, almohadones, mantas y plantas también aportará lo suyo.
Mobiliario modular, extensible y plegable: ideales para terrazas chicas
Si la terraza tiene dimensiones acotadas, es aconsejable comprar muebles de terraza chile pequeños. Los sillones podrían ser modulares, las mesas extensibles y las sillas plegables. Estas características permiten aprovechar el espacio al máximo y adecuarlo según el momento. Permiten desplazar y conjugar los elementos de acuerdo a la necesidad.
En una versión extensible de un juego de terraza de fierro, una mesa pequeña puede usarse para que dos personas desayunen y ampliarse en una cena con invitados. Las sillas plegables pueden mantenerse guardarlas fácilmente y sacarse cuando sean necesarias. Y las piezas de un sofá modular pueden separar y ubicarse de distinto modo en función del momento y sus partícipes.
Por fuera del mobiliario indispensable, se pueden incorporar elementos extras que aportarán confort aún en un espacio chico. Reposeras, tumbonas, cojines, puff y alfombras pueden sumar a la decoración del espacio exterior de la casa.
Una amplia variedad de opciones para terrazas grandes
Si la terraza que tenemos que acondicionar cuenta con un tamaño considerable, las opciones son enormes. Las grandes dimensiones permiten dividirla en áreas para aprovecharla de acuerdo con el momento y el uso. Da la posibilidad de establecer un sector comedor con muebles de terraza rattan y una zona de relax con sofás, alfombra, cojines, velas y plantas.
En materia de mobiliario, el mercado ofrece diversas alternativas y no es necesario contar con un presupuesto abultado. Se pueden encontrar juegos de terraza en oferta que cumplen con la función. Y materiales que van desde el rattan hasta la madera, pasando por el acero, el mimbre y el plástico. La amplitud permite optar por muebles más grandes, con respaldos altos y confortables posa brazos.
Una terraza grande cuenta con el espacio suficiente para incorporar elementos extra. La sombrilla y el toldo son objetos importantes para proteger tanto a las personas como al mobiliario del sol, la lluvia y otras inclemencias climáticas. Pueden plegarse y desplegarse cuando sea necesario o deseado. Y permiten proteger un juego de terraza rattan que se arruinaría expuesto íntegramente a la intemperie.
Una terraza amplia habilita a sumar accesorios prescindibles pero muy agradables. El fino juego de terraza de madera elegido para adecuar ese espacio puede complementarse con una elegante alfombra. En un rincón ideal para contemplar el atardecer pueden ubicarse una mesa ratona, cojines y mantas. Macetas con plantas y un candelabro con velas pueden aportarle mucha calidez. Los más ambiciosos y sofisticados incluso pueden instalar pantallas gigantes, duchas, jacuzzis y hasta un sauna para disfrutar al aire libre.
