La fuga del interno Amílcar Olivares Cárdenas desde la cárcel Colina II sigue generando repercusiones.
A días del escape —ocurrido el domingo pasado, cuando el reo logró saltar una de las panderetas perimetrales— el ministro de Justicia, Jaime Gajardo, se refirió esta mañana al episodio y a las responsabilidades internas que ya han sido adoptadas en Gendarmería.
El caso abrió un intenso debate sobre la seguridad penitenciaria luego de que el interno burlara controles, pese a que cámaras y sensores operaban con normalidad.
“Esta fuga nunca debió haber ocurrido”, afirmó Gajardo a radio Pauta, subrayando que el escape se produjo porque “fallaron distintos tipos de protocolos”, lo que le permitió vulnerar progresivamente los controles del recinto.
Según el ministro, hubo un extenso periodo en que el interno estuvo merodeando: “En particular en una persona que tuvo mucho tiempo merodeando, y logró saltar todos los controles de seguridad”.
Medidas internas y responsabilidad en Gendarmería
La secuencia de fallas motivó un sumario que ya dejó a seis funcionarios suspendidos; cinco de ellos dados de baja.
“Hay una instrucción clara de tolerancia cero frente a negligencias de este tipo”, aseguró Gajardo. El jefe del penal está entre los seis funcionarios suspendidos, mientras los sumarios siguen avanzando para definir otras responsabilidades.
El ministro de Estado destacó que, una vez detectada la evasión, se activó de inmediato el operativo conjunto entre Gendarmería, el Ministerio de Seguridad y Carabineros. “La persona fue recapturada gracias a un amplio operativo que se dispuso inmediatamente”, señaló, apuntando a que el despliegue demuestra que los mecanismos de respuesta sí han mejorado.
Olivares fue detenido este martes por funcionarios de la 30ª Comisaría de Radiopatrullas en Lo Espejo, luego de entregar una identidad falsa en un control. Al verificar sus datos en la unidad policial, se confirmó que era el mismo reo buscado desde el fin de semana.
