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Se busca líder: el triunfo de Kast “es la derrota de Boric” y el riesgo de acefalía para la izquierda

La centroizquierda chilena selló hoy su peor derrota presidencial desde el regreso a la democracia. El resultado fue más amplio que nunca y, pese a que en su discurso post-resultados Jeannette Jara destacó el apoyo de “una alianza amplia e histórica”, lo cierto es que ni eso fue suficiente para ganar el balotaje.

“Lo más relevante es que los partidos asuman la derrota y no empiecen a fraccionarse, que es lo que nos pidió la candidata. La unidad es fundamental”, dicen fuentes cercanas a la abanderada oficialista.

Pero como también dijo la excandidata, “la derrota siempre es breve”.

Lo que tocará ahora, creen voces del sector, es mantener la calma y averiguar por qué se perdió la elección. En ese sentido, y sin la vitrina que ofrece La Moneda, será clave descubrir qué figuras erigirá la futura oposición como timoneles que eviten una acefalía política.

Los principales lineamientos los hizo la propia Jeannette Jara en su discurso: “Reafirmo que el camino de la unidad es el único camino que vale la pena”.

Mantener la calma

Para quien fungió como vocero del comando de Jara, el exministro Francisco Vidal, lo primero que hay que hacer es analizar los números de la derrota y compararlos con los obtenidos en las presidenciales de 2009 y 2017. Allí, los candidatos derrotados Eduardo Frei y Alejandro Guillier obtuvieron 48% y 45%, respectivamente.

En ese contexto, asegura, el dato objetivo es que el 41% obtenido por Jara en el balotaje frente a Kast es el peor desempeño del sector en una presidencial desde 1990 a la fecha.

“Lo segundo que hay que hacer con calma es diagnosticar por qué perdimos. Yo tengo mi opinión: creo que la izquierda pierde cuando parte de su votación histórica se traspasa hacia la derecha. Basta con ver los resultados en las comunas donde históricamente ganó la izquierda para confirmar ese diagnóstico”, plantea.

De cara a la postura que deben tomar como oposición, el histórico vocero de la Concertación hizo eco de las palabras de Jara en su discurso, apuntando a que la unidad del sector será imprescindible, señalando que “nadie de los nueve partidos debe descolgarse.

En ese sentido, planteó la necesidad de conformar “un muro de contención” en caso que la derecha o parte de ella “se entusiasme” y busquen retroceder en derechos sociales.

“Siguiendo el modelo Kaiser, hay que establecer una línea roja. Y la línea roja frente al gobierno de José Antonio Kast, es, tanto en el debate político, en el movimiento social y, sobre todo, en el parlamento, tratando de evitar que los avances que se han logrado en los últimos 35 años retrocedan”, subrayó.

En la búsqueda de timoneles, Vidal cree que Jara es naturalmente una de las llamadas a liderar la centro-izquierda. “Ella logró más de cinco millones de votos, entonces eso la posiciona como un liderazgo que a mí me parece muy importante para el próximo objetivo”.

No obstante, en su criterio, hay otros nombres: “La propia campaña generó a lo menos cuatro liderazgos de mujeres importantes, cada una en su rol: Jeannette Jara, Paulina Vodanovic, Carolina Tohá y Alejandra Krauss. Este es un Estado Mayor de mujeres muy potente”.

Derrota de Boric

Con el resultado en caliente, el nombre del actual presidente Gabriel Boric Font no parece sonar muy fuerte para convertirse, al menos en el mediano plazo, en el rostro de la oposición.

El analista político Carlos Correa Bau apunta a que “evidentemente” el triunfo de Kast es una derrota para la figura del actual mandatario.

“Él señaló que no se trataba de un plebiscito sobre su gobierno, pero sin duda lo es. De hecho, Jara obtuvo un buen resultado: sacó diez puntos más que la aprobación de Boric”, manifiesta.

En esa línea, el exdirector (s) de la Secretaría de Comunicaciones (Secom) durante el segundo gobierno de Michelle Bachelet apunta a que eso demuestra que “en el fondo, Kast capitalizó tanto el rechazo al gobierno como la necesidad de orden que manifiestan las personas, así como también la demanda por un Estado más eficiente”.

Mazazo para una generación

Por su parte, el profesor de Filosofía del Derecho en al Universidad Diego Portales (UDP), Hugo Herrera Arellano, no cree que la derrota de Boric, en sí misma, sea el punto central.

“Es una derrota en la medida en que no lograron constituirse como una generación confiable: no tienen liderazgos disponibles, Winter fue derrotado y Jackson está fuera del país (…) esto es un verdadero mazazo para ellos como generación política”, remarca.

En ese sentido, advierte que “las generaciones más jóvenes —quienes hoy están en la universidad o recién egresan— no los miran con buenos ojos. Los juzgan, en el fondo, como un grupo que se aburguesó y que fracasó políticamente. Fueron, como se dice coloquialmente, bastante ‘flanes’, no tuvieron el carácter necesario para impulsar las reformas ni para conducir políticamente al país”.

Al cierre, Herrera apuesta que en el futuro el actual presidente podría resurgir como figura política.

“Podría salvarse políticamente y, probablemente, en diez años más volver a tener liderazgo— de un fracaso generacional del Frente Amplio. Si Boric existe políticamente, existe solo. Eso, a mi juicio, es así”, puntualiza.

Otras opciones

A todo estos nombres hay otros que se posicionan de manera casi orgánica como eventuales líderes del sector. Tomás Vodanovic, alcalde de Maipú, ha sido reconocido por adversarios políticos como una de las cartas más fuertes del oficialismo de cara a las próximas elecciones de 2029.

A él se suma, en menor medida, Daniel Manouchehri. El diputado del Partido Socialista fue el más votado durante las últimas parlamentarias y ha estado constantemente en la palestra pública en su rol de fiscalizador. Eso sí, más allá de su alta popularidad no aparece hasta este momento como una figura presidenciable.

Como sea, al interior del progresismo ven real la amenaza de una acefalía política. Un problema que ya tuvo el sector en estas elecciones y que, incluso, pudo haberlo dejado fuera del balotaje frente a la irrupción de Franco Parisi. Solamente la alta votación en comunas de la región Metropolitana les permitió salvar los muebles y zafar del bochorno que hubiese significado caer en primera vuelta.

Fuente: BioBioChile

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