En alta mar, el carguero Spiridon II continúa navegando con 2.901 vacas uruguayas a bordo, luego de haber quedado varado frente al puerto turco de Bandırma por más de tres semanas. Los animales corren serios riesgos respecto a su salubridad y la posibilidad de seguir con vida.
“Observamos que el barco no lleva suficiente alimento. Es muy difícil que los animales lleguen con vida, y es más probable que los arrojen por la borda en alta mar”, aseveran.
Buque con 3 mil vacas inicia viaje tras semanas varado en alta mar
Resulta que, el buque, una embarcación de bandera togolesa construida en 1973, de 97 metros de eslora (largo) y 16 de manga (ancho), partió desde Montevideo a mediados de septiembre y llegó al mar de Mármara (parte asiática de Turquía) el 22 de octubre.
Sin embargo, nunca obtuvo autorización para descargar el ganado: Turquía bloqueó la operación alegando inconsistencias en la certificación veterinaria de una parte del lote.
A pesar de esas objeciones, las autoridades uruguayas insistieron en que los controles sanitarios estaban en regla y atribuyeron la disputa a un desacuerdo comercial entre la empresa exportadora de Uruguay y la importadora turca.
Con el rechazo confirmado y sin un puerto europeo dispuesto a recibir la carga, el Spiridon II inició su retirada del Mármara Los registros de tráfico marítimo indican que navega rumbo a Montevideo con una fecha estimada de llegada para el 14 de diciembre, tras haber partido de Bandırma el 9 de noviembre. El viaje, de más de 10.000 kilómetros, apenas empieza.
Peligro sanitario y animal
La incertidumbre sobre la ruta y la falta de una escala segura prolongan un viaje ya crítico para los animales. Según organizaciones de bienestar animal, el tiempo transcurrido en alta mar y las limitaciones de una nave de cinco décadas de antigüedad profundizan el riesgo sanitario del ganado.
De acuerdo con The Animal Reader, el escenario a bordo se deteriora cada día y la capacidad de la embarcación no garantiza condiciones adecuadas para mantener al lote en buen estado mientras se define su futuro.
María Boada Saña, de la Fundación para el Bienestar de los Animales, dijo a El Clarín: “Observamos que el barco no lleva suficiente alimento. Es muy difícil que los animales lleguen a Uruguay con vida, y es más probable que los arrojen por la borda en alta mar”,
Ya habrían muerto al menos 58 vacas
El cuadro sanitario a bordo es cada vez más delicado. Organizaciones de bienestar animal advierten que ya habrían muerto al menos 58 vacas y que en el barco nacieron alrededor de 50 terneros cuyo destino es incierto. A eso se suman las condiciones estructurales: hacinamiento, falta de ventilación adecuada y un espacio que no permite aliviar el calor ni renovar el aire, algo crítico para una travesía tan prolongada.
En ese contexto, Marcia del Campo —expresidenta del Instituto Nacional de Bienestar Animal (INBA) y referente regional— sostuvo que “la salud, la sobrevivencia está en juego” y alertó por el impacto que este episodio puede tener sobre la reputación internacional de Uruguay, un país que desde hace años busca consolidarse como modelo en materia de bienestar animal.
El buque, con más de 50 años de antigüedad, plantea interrogantes sobre su idoneidad para el transporte de ganado vivo en trayectos tan prolongados y bajo condiciones adversas. La embarcación no se considera adecuada para garantizar condiciones óptimas de ventilación, alimentación, movimiento y bienestar de miles de animales.
A su regreso a Uruguay se abrirá un nuevo capítulo administrativo y sanitario: el país deberá definir el destino del lote, los protocolos de inspección y las eventuales responsabilidades de la empresa exportadora por los animales muertos durante el viaje o por los nacimientos ocurridos en condiciones adversas.
Fuente: BioBioChile
