Una nueva ola de violencia protagonizada por la barra de Colo Colo, esta vez en el encuentro contra Deportes Limache en el Estadio Nacional, ha encendido las alarmas en el Gobierno.
El Ejecutivo no dudó en tomar medidas legales contra el club albo. Los incidentes, que ocurrieron durante el partido por la Liga de Primera, incluyen el uso de elementos cortopunzantes y agresiones dentro de la tribuna.
El Ministerio de Seguridad Pública ha dado un paso firme. Presentó una querella en contra de la concesionaria Blanco y Negro, responsable de la administración del ‘Cacique’. La denuncia fue formalizada a través de un recurso judicial, firmado por el secretario de Estado, Luis Cordero, y presentada por el abogado Francisco Berthet.
El documento presentado menciona específicamente a los máximos dirigentes del club, señalando al presidente Aníbal Mosa, al vicepresidente Eduardo Loyola, y a otros miembros clave del directorio, entre los que se incluyen Alfredo Stöhwing, Ángel Maulén y Alejandro Paul.
La acusación no solo va contra los responsables inmediatos, sino también contra “todos quienes resulten responsables como autores, cómplices o encubridores” de los hechos ocurridos en el reducto ñuñoíno, donde la violencia se desató en un sector del coliseo.
Sobre la violenta pelea, el texto señala que “solo minutos después de iniciado el encuentro comenzó una riña entre un grupo de alrededor de cien personas que se encontraban en la Galería Norte del Estadio Nacional”.
La confrontación se tornó peligrosa cuando “uno de ellos portaba un cuchillo, con el cual intentó agredir a otra persona, y otro con un bastón ortopédico tipo muleta”.
Estos elementos, junto a otros objetos prohibidos como fuegos de artificio y objetos cortopunzantes, fueron introducidos en el recinto debido a las deficiencias en la seguridad del estadio. Además, se reportaron incidentes de “escalamiento de estructuras durante el desarrollo del encuentro”.
Fuente: BioBioChile

