Alexander Zverev encendió un interesante debate tras su sorpresiva eliminación en la segunda ronda del Masters 1000 de Shanghái, China, a manos del francés Arthur Rinderknech (54º de la ATP).
La caída del 3º del orbe no solo generó críticas por su inconsistencia, sino que también revivió una vieja discusión: ¿Quién es el mejor jugador que nunca ganó un Grand Slam?
Y ahí, como un fantasma ilustre, reapareció el nombre del chileno Marcelo Ríos.
A través de redes sociales, el medio especializado The Big Three lanzó la provocación: “Zverev es el mejor. Cualquiera que sea el jugador en el que estén pensando, Zverev llegó a más finales de Grand Slam, ganó más eventos Masters 1000 y tiene un mejor récord contra el Top 10”. Un argumento sólido en lo estadístico, pero que no convenció a todos.
Uno que no tardó en responder fue el ruso Yevgeny Kafelnikov, exnúmero uno del mundo y doble campeón de Grand Slam, quien disparó sin rodeos: “¡No hay mejor jugador en todo el universo sin título de Grand Slam que Marcelo Ríos! ¡Punto!”.
Y no fue el único en rendirse ante el talento del ‘Chino’. Meses antes, tras la caída de Zverev en la final del Abierto de Australia 2025, el extenista estadounidense Mardy Fish también entró al debate del mejor sin un Major.
“En cuanto a talento, me quedo con Ríos. Habría brillado aún más en esta era de canchas y pelotas lentas. Jugó en un tiempo de superficies veloces y saques monstruosos”, dijo el recordado rival de Massú por el oro en los JJ.OO. de Atenas 2004.
Dos generaciones, una misma etiqueta
Tanto Ríos como Zverev han sido señalados con el mismo título no oficial: “el mejor sin corona”. Ambos alcanzaron la cima -el chileno como número uno del mundo en 1998, el alemán como número 2 y actual número 3-, pero sus vitrinas tienen una ausencia dolorosa: el trofeo de Grand Slam.
En títulos totales, Zverev supera al chileno. El germano acumula 23 coronas, incluidas medalla de oro en Tokio 2020 y siete Masters 1000.
Ríos, en tanto, ostenta 18 títulos, aunque varios de ellos conquistados en la época dorada de los torneos más exigentes fuera de los Grand Slam: Indian Wells, Miami, Montecarlo, Roma y Hamburgo, todos cuando eran aún más competitivos y pesados en puntos.
Pero si hablamos de carisma, talento natural y estilo único, el zurdo chileno sigue teniendo un aura especial. Su paso fugaz por el número uno (seis semanas) y su zurda quirúrgica lo convirtieron en una leyenda atípica, tanto por su genialidad como por su rebeldía.
Hay quienes sostienen que Ríos fue víctima de una época donde las superficies eran más rápidas y los saques más letales. Otros creen que Zverev aún tiene margen para revertir su historia, aunque ya con varios intentos fallidos en su haber, las dudas crecen.
Fuente: BioBioChile