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Autoridades del SAG fiscalizan Viña Fajardo y llaman a consumir chicha y alcoholes solo en locales autorizados

Hasta la Viña Fajardo de Copiapó, única elaboradora autorizada de chicha en la región, llegó ayer la directora regional (s) del Servicio Agrícola y Ganadero, SAG, Carla Montiel, para informar a la comunidad sobre las normativas de elaboración y venta de alcoholes en un mes donde el consumo de estos productos se eleva.

En la ocasión, inspectores del Servicio verificaron envases e instalaciones, vigilando el cumplimiento de la Ley de Alcoholes 18.455, que establece requisitos para la producción de bebidas alcohólicas, de acuerdo a reglamentos especiales, garantizando que sean inocuos para el consumo humano y genuinos en su elaboración.

Carla Montiel dijo que “en este mes en que aumenta el consumo de alcoholes, instamos a elaboradores y comerciantes de alcoholes en general, a regirse por las normativas existentes de producción y venta”.

Agregó que “hacemos un llamado a toda la comunidad a que compre bebidas alcohólicas en lugares establecidos ya que cumplen con las normativas y son fiscalizados por el SAG, y así evitamos problemas de toxicidad, adulteración o mala calidad”.

Informó que en Atacama son más de 60 las empresas, en su mayoría pequeñas, que elaboran alcoholes, principalmente pisco, pajarete, cerveza y vinos, en orden decreciente. Indicó que “estas empresas son fiscalizadas por el Servicio y en general cumplen con la normativa”.

Añadió que la mayoría de las infracciones se cursan por no contar con el trámite de comunicación de inicio de actividades ante el SAG, “que es indispensable para formar parte de los registros de nuestro servicio, y así verificar periódicamente que ajusten a los requisitos exigidos”.

Normativa y chicha

Sobre la chicha, el SAG informó que como es elaborada artesanalmente, es la única bebida alcohólica autorizada para venderse en envases abiertos y sin etiqueta, lo que, sin embargo, facilita que en algunos casos pueda ser adulterada, añadiéndose otros elementos no permitidos por norma. De esta forma, las personas deben asegurarse que tenga buenas condiciones, como aroma a frutas, sabor adecuado y su color característico.

El SAG verifica que las bebidas alcohólicas se vendan en envases sellados y etiquetados, y además toma muestras que son enviadas a los laboratorios del Servicio para determinar su potabilidad, calidad, materias primas empleadas, procedimientos utilizados, entre otras características.

Los establecimientos que venden y/o elaboran bebidas alcohólicas, deben contar con su inscripción de inicio de actividades ante el SAG. Además, en el caso de los elaboradores, deben tener registros de cosecha, existencias de vinos, libro de bodega, cubas y vasijas debidamente aforadas y numeradas, y declaraciones de plantaciones de vid.

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