El mundo actual demanda habilidades de trabajo en equipo, liderazgo, pensamiento crítico, pluralismo y autorreflexión. Sin embargo, las políticas educativas insisten en poner el foco sobre los contenidos, perdiendo de vista aquellos aspectos de la formación que más estrechamente se relacionan con el crecimiento personal. Una muestra de ello son los debates públicos respecto de la admisión universitaria, centrados en los puntajes de corte de la PAES, en lugar de atender aquellos temas de fondo que inciden de manera directa en la mejora de la calidad educativa en balance con la justicia social.
La educación musical en derechos humanos se plantea como un enfoque que invita a discutir con espíritu crítico las prácticas educativas que se realizan en los distintos sistemas educativos, con el propósito de establecer planes de acción que salvaguarden el pleno desarrollo de la personalidad humana y el respeto de las libertades fundamentales. De ahí que, como flores en el desierto, han brotado cinco orientaciones que permiten abrazar la educación en derechos humanos por medio del pluralismo, el pensamiento crítico, el liderazgo, el trabajo en equipo y la autorreflexión.
Esta propuesta se ha plasmado en un cuadernillo digital “Desierto Florido: Orientaciones clave para promover la educación musical en derechos”, vinculado con el proyecto Fondecyt Iniciación 11230492 que lidera el Dr. Rolando Angel Alvarado. A modo de metáfora, la esporádica aparición del desierto florido evidencia cómo la interacción de sus diversos habitantes produce las condiciones para que ocurra el milagro de manifestar la vida y llenar de colores uno de los lugares más inhóspitos del mundo.
El cuadernillo fue lanzado al público el pasado martes 19 de agosto en el Aula Magna de la Universidad Alberto Hurtado, en una ceremonia que contó con la participación del equipo encargado de elaborar el material: Rolando Angel (Universidad Alberto Hurtado), Macarena Silva (Universidad de Valparaíso), Nicolás Masquiarán (Universidad de Concepción), la ilustradora María José Pedraza y Andrés Celis (Pontificia Universidad Católica de Valparaíso) compositor de la música para la versión audiovisual. Integraron también el panel las profesoras Nayira Belmar y Luciana Ortega, ganadoras Global Teacher Prize Chile 2024, y los payadores Paul Castán y Guillermo “Bigote” Villalobos.
“Desierto florido” no entrega fórmulas ni recetas, sino propuestas abiertas y flexibles que permitirán a cada docente de música reflexionar sobre cómo implementar una docencia activista, humanizadora y transformadora desde su propio contexto.
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