Cerrar

Diagnósticos errados le quitaron la vida a Francisco Javier: le dijeron que tenía fiebre y era Hanta

Ruth todos los días se lamenta, se pregunta por qué. “Si le hubieran hecho el examen, habrían detectado el virus a tiempo y a lo mejor estaría aquí, conmigo”. Y es que hace pocos días, su hijo, Francisco Javier, murió luego de una larga agonía. Estaba contagiado de Hantavirus, pero antes de que descubrieran esto, fue diagnosticado erróneamente dos veces.

La familia describe a Francisco como un joven simpático, amable, respetuoso, cariñoso, pero por sobre todo, enérgico. Cómo no, si tenía a penas 24 años.

Estudiaba Ingeniería en Energías Renovables, iba en su último año de carrera. Su mamá, Ruth Cifuentes, contó a BioBioChile que a Francisco le apasionaba salir. Ir a cerros, ríos, estar en la cordillera. Le encantaba la vida al aire libre.

Francisco Javier Cifuentes | Facebook
Francisco Javier Cifuentes | Facebook

Pero los problemas comenzaron a fines de abril. El 23 de ese mes asistió al SAPU Dos de Septiembre ubicado en Los Ángeles, ciudad donde residía Francisco y su familia. Presentaba 42° de fiebre y, tras esperar atención, redujeron el indicador a 39,8°. “El diagnóstico (síntoma) fue fiebre y lo mandaron para la casa”, aseguró Ruth.

Dos días más tarde, volvieron a ir a un recinto asistencial, aunque esta vez al Hospital de Los Ángeles. Ruth sostuvo que “nos dijeron que no era prioridad, que había casos más extremos y que nos dirigiéramos a un SAR”.

Diagnósticos errados

Así fue. Junto a su hijo fueron al SAR Norte de Los Ángeles, donde -de acuerdo a su relato- esperaron más de cuatro horas por una atención médica. “Francisco se empezó a sentir mal, tenía mucho frío y se quiso ir”, relató Ruth.

Para el sábado 26 de abril, las cosas se estaban poniendo peor. Ruth cuenta que ese día, su hijo estuvo todo el día con fiebre, no respiraba bien, le dolía todo el cuerpo y estaba con vómitos.

En un tercer intento de atención médica, Francisco asistió nuevamente junto a su madre a Urgencias del Hospital de Los Ángeles el domingo 27 de abril, pero -afirmaron- la escena volvió a repetirse: les habrían pedido que asistieran a un SAR al tratarse de un problema menor.

En el desespero de la situación, volvieron a ir al SAR Norte. Llegó hasta el recinto asistencial con taquicardia, por lo que le realizaron un electrocardiograma. “Le pusieron oxígeno, suero y le diagnosticaron gastroenteritis. Lo volvieron a mandar a la casa”, lamentó Ruth.

Para el 28 de abril, Francisco ya no era él. Ruth cuenta que estaba morado, casi no podía respirar. Su lengua estaba blanca y botaba “cositas blancas” por su boca.

Cansada de atenciones sin respuesta, Ruth resolvió llevar -por tercera vez- a Francisco al Hospital de Los Ángeles. Estaba vez, decidió que no iba a esperar más. “Cuando llegamos, no esperé a que lo llamaran, nada, lo pasé yo directamente al triage -sala donde categorizan a los pacientes por su gravedad- y pedí que por favor lo atendieran”.

Como era de esperarse, su hijo estaba grave. “Dijeron que lo atenderían rápido, pero después de dos horas lo llamaron”. Allí, le realizaron los exámenes que ella tanto pidió en ocasiones anteriores y el resultado fue abrumador: su hijo tenía Hantavirus y debía ser trasladado de urgencia al Hospital Las Higueras de Talcahuano, ubicado a unos 145 kilómetros de Los Ángeles.

De acuerdo al Ministerio de Salud, el Hantavirus es una enfermedad infecciosa aguda, habitualmente grave, que puede ser mortal. Se caracteriza por fiebre alta en una persona previamente sana, calofríos, dolor de cabeza (cefalea), dolores osteomusculares y síntomas gastrointestinales (náuseas, vómitos y dolor abdominal).

Tratamiento contrarreloj

“Me decía que no lo dejara solo”, recordó entre sollozos Ruth. Durante la madrugada del 29 de abril, le dijeron que su hijo tenía un 10% o 20% de probabilidades de sobrevivir. Por lo mismo, necesitaban ingresarlo a pabellón para colocarle un ECMO, un soporte vital que se utiliza en pacientes con insuficiencia respiratoria. “Tenía los pulmones y corazón destruido”, detalló la mujer.

Francisco Javier Cifuentes | Facebook

Estuvo internado 24 días en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital de Talcahuano, conectado a máquinas, donde además le realizaban diálisis y transfusiones de sangre constantes.

Todo parecía ir mejor. El viernes 23 de mayo, de acuerdo a lo dicho por Ruth a este medio, le dijeron que su hijo por fin estaba fuera de riesgo de muerte, pero que debía ser trasladado a la Unidad de Tratamientos Intensivos del Hospital de Los Ángeles.

Lo anterior, con una instrucción clara: debían amputarle los cinco dedos del pie derecho por una infección.

Amputación y muerte

Ruth aseguró que pasó el viernes, sábado, domingo y lunes sin saber de la amputación. “Le empeoró superrápido, tenía los pies y dedos negros, las piernas vendadas”. El martes 27 de mayo preguntó por la operación, sobre cuándo se la realizarían.

Ese mismo día le informaron que no le amputarían los dedos, sino la pierna. “Mi hijo les pidió que por favor intentaran salvarle la rodilla, para que si el día de mañana usaba prótesis, pudiera seguir jugando a la pelota”, rememoró Ruth. Pero no fue así, debieron amputarle desde la parte superior del muslo hacia abajo.

“Pregunté por la otra pierna, por el otro pie, me dijeron que estaba bien, que estaba sano”, sostiene la madre del joven, pero el 29 de mayo le dijeron que debían amputar también la pierna izquierda.

Pasaron cuatro días, hasta que el 2 de junio los médicos le dicen que la infección no paró de avanzar y que deben volver a amputarlo. “Me lo querían amputar hasta la cintura, no sé qué querían hacer con mi hijo. Yo me puse a pensar y les dije que no. Me puse a pensar como mi hijo, me metí en su mente, me metí en su cabeza y pensé ‘Francisco, ¿te gustaría verte en un espejo, así como te quieren dejar en el Hospital de Los Ángeles?’. Obviamente que no, y no di la orden para que lo operaran”.

Finalmente, durante la tarde de ese mismo lunes 2 de junio y tras una dura lucha, Francisco Javier Cifuentes murió.

“Mi hijo falleció y todo eso fue porque no le quisieron hacer un examen, un maldito examen. Todos tenemos derecho a eso (…) Si se lo hubieran hecho, habrían detectado el virus a tiempo y a lo mejor estaría aquí conmigo, pero no fue así. Ahora estoy aquí, sola, sufriendo sin mi hijo“, lamentó la mujer.

Respuestas del Hospital y del Minsal

Desde el 2013 existe una “Guía Clínica de Prevención, Diagnóstico y Tratamiento del Síndrome Cardio pulmonar por Hantavirus“, publicada por el Ministerio de Salud. En él, entre otras cosas, están las indicaciones a seguir cuando estén frente a un paciente con sospecha de la enfermedad.

Los síntomas clave son: fiebre, dolores musculares, cefalea y síntomas gastrointestinales (todos los que padecía Francisco). Ante esto, hay “protocolos” a seguir, como la derivación inmediata, notificación a la Seremi de Salud, realizar exámenes, entre otros. Protocolos que, según la madre del joven, no se cumplieron a tiempo.

Por lo mismo, se consultó a la Seremi de Salud del Bío Bío por esta situación, desde donde detallaron que:

“Lo que podríamos señalar nosotros en estricto cumplimiento de la confidencialidad de la ficha clínica del paciente es solo lo siguiente:

Tuvimos un caso de Hantavirus, correspondiente a un paciente de género masculino, 24 años, fecha de inicio de síntomas de 23.04.2025, con prueba de laboratorio para Hantavirus de fecha 29.04.2025 y con fecha de confirmación en 30.04.2025, a partir del cual la Seremi inició investigación epidemiológica ambiental para determinar factores de exposición“.

De igual manera, se requirió una vocería desde el Hospital de Los Ángeles. Mediante un escrito, lamentaron el fallecimiento y confirmaron que están investigando el hecho.

“El Complejo Asistencial ‘Dr. Víctor Ríos Ruiz’ de Los Ángeles lamenta profundamente el fallecimiento del usuario.

Queremos informar que hemos recibido una solicitud en la Oficina de Información, Reclamos y Sugerencias (OIRS) del Complejo por parte de la familia, la cual se encuentra en proceso de investigación.

Por lo tanto, estamos recopilando antecedentes sobre la atención brindada al paciente. Debido a que este es un hecho que está siendo investigado, no podemos proporcionar más detalles en este momento. Sin embargo, la respuesta a la solicitud de la familia será entregada dentro de los plazos legales establecidos”.

Fuente: BioBioChile. cl

scroll to top