Por dos años y tres meses se ha extendido el sumario que se inició en contra de la funcionaria de Gendarmería Carolina Marchant al constatarse que mantenía una relación amorosa con el Chico Pancho, un ladrón capitalino de poca monta condenado por robar casas que terminó cumpliendo condena en el sur de Chile.
Cuando la historia de amor se destapó, la cabo 2º de Gendarmería se desempeñaba en el Centro de Educación y Trabajo (CET) de Valdivia, mismo recinto penitenciario donde Francisco Álvarez Mercado, también conocido como Pecas, pasaba los días del verano en 2023.
Se trata, a criterio de Gendarmería de Chile, de una situación “incompatible con el debido desempeño de las labores y deberes del personal”, razón por la que se dispuso el referido proceso investigativo, además del retiro temporal no voluntario de la gendarme que hasta hoy está impedida de trabajar y sin recibir sueldo.
En ese contexto, la mujer decidió interponer un recurso de amparo ante la Corte de Apelaciones de Valdivia buscando ser reintegrada a sus funciones.
Descubiertos
La revisión del teléfono del Chico Pancho el 27 de febrero de 2023 no dejó lugar a dudas. Las fotografías y conversaciones confirmaban lo que por esos días era un secreto a voces al interior del penal: él y la cabo Marchant tenían una relación amorosa.
Además, en el teléfono del reo se encontró el comprobante de una transferencia bancaria por $30 mil de parte de la uniformada al interno.
En efecto, la jefatura de la unidad penal decidió tomar medidas inmediatas: el inicio del sumario administrativo y el traslado de la funcionaria al Complejo Penitenciario de Valdivia.
En ese lugar alcanzó a estar poco más de un mes la mujer, pues el 29 de marzo de ese mismo año el director nacional de Gendarmería dispuso como medida precautoria y mediante una resolución exenta, su retiro temporal no voluntario.
No obstante la etapa indagatoria del sumario culminó por primera vez el 30 de marzo de 2023, la investigación está todavía “en curso” fruto de sendas reaperturas y cambios de fiscal.
Al ser citados a declarar en el marco de la investigación interna, ambos reconocieron el vínculo sentimental. Eso sí, ella remarcó que lo había conocido fuera de la esfera carcelaria pues en esa época el convicto, que terminará de cumplir su condena oficialmente en diciembre de 2026, ya tenía el beneficio de libertad parcial.
“(…) fue en esa calidad de persona libre que nos conocimos y hemos relacionado, manteniendo siempre ello en el ámbito de mi vida privada”, remarcó la mujer intentando defenderse de los cargos del sumario.
Sobre la transferencia de $30 mil pesos, descartó que significara algún tipo de compromiso económico con el interno, afirmando que correspondía al dinero con el que él compraría un encargo para ella.
A la justicia
Consecuencia del tiempo transcurrido, y teniendo en consideración que lleva más de dos años sin recibir su sueldo, la funcionaria decidió interponer un recurso de amparo en contra de Gendarmería de Chile.
En concreto, la acción constitucional de protección la ingresó para su tramitación ante la Corte de Apelaciones de Valdivia, con el objetivo de que se ordenara la finalización inmediata del proceso disciplinario en su contra.
Además, buscaba ser reintegrada a la brevedad a sus funciones, solicitando también el pago de las remuneraciones correspondientes a los más de 2 años que lleva suspendida “con todos los reajustes, intereses y demás prestaciones que correspondan”.
Sin embargo, pese a esgrimir una serie de argumentos, el tribunal valdiviano rechazó el recurso de la funcionaria, instándola a solicitar el cierre del sumario en el lugar que corresponde. Es decir, en el marco del mismo proceso.
“Situación incompatible”
Consultada la institución, reiteraron que una vez se tomó conocimiento del hecho se “instruyó un sumario interno para esclarecer lo sucedido y determinar eventuales responsabilidades administrativas, el que se encuentra en curso”.
En esa línea, remarcaron que “como funcionarios de esta institución penitenciaria, nuestro deber es contribuir a una sociedad más segura, garantizando el cumplimiento efectivo tanto de la prisión preventiva como de las penas privativas de libertad, siendo ésta una situación incompatible con el debido desempeño de las labores y deberes del personal de Gendarmería, que se aleja de la ética y comportamiento exigible a todo funcionario de la institución”.
Fuentes de este medio confirmaron que, gracias a su buena conducta, el interno pudo optar hace algún tiempo al beneficio de libertad condicional, encontrándose en la actualidad viviendo en Temuco, misma ciudad donde registra domicilio actualmente la funcionaria.
Pese a intentos por distintas vías, hasta el cierre de esta publicación no fue posible obtener una versión de la mujer.
Mientras, fuentes en la Asociación Nacional de Funcionarios Penitenciarios (ANFUP) apuntan a que esta situación demuestra la “arbitrariedad” con la que muchas veces la institución verde boldo maneja casos como estos, asegurando que no son pocos los casos donde funcionarios permanecen por años suspendidos de sus funciones sin que se haya establecido responsabilidad administrativa en el sumario.
Fuente: BioBioChile