En el último capítulo de “La Divina Comida”, Sabrina Sosa realizó una delicada confesión que la involucra tanto a ella como a su familia.
Sabrina Sosa estuvo junto a Yann Yvin, Constanza Capelli e Iván Martínez en el último capítulo de La Divina Comida.
En el programa de CHV, la modelo trasandina realizó una íntima confesión en medio de un diálogo sobre el proceso de rehabilitación que vivió tiempo atrás la ganadora de Gran Hermano Chile.
El tema salió a colación pues, como es costumbre en el programa, los invitados le llevan un regalo a quien sea el anfitrión de turno. Cuando fue el turno de Cony Capelli de sorprender a sus comensales, el empresario, Iván Martínez, le regaló un colgante con un ave Fénix en él.
La íntima revelación de Sabrina Sosa
“En mi presentación del reality yo dije ‘Aquí viene el ave Fénix’, por todo el tema que yo había pasado con la rehabilitación“, explicó Cony al recibir y ver el presente.
“Sí me siento un poco así; me siento súper orgullosa de haber atravesado esa etapa con la mayor elegancia posible, porque es una enfermedad que te quita un poco la dignidad“, añadió la bailarina.
Más adelante en el show, Sosa se abrió también con los presentes, revelando que aquel tema la tocaba de cerca.
“Mi hermano está internado, estamos todos viviendo una transformación familiar que él la despertó, quizás, pero finalmente es un crecimiento familiar“, expresó la argentina en la instancia.
“Yo comenté sobre mi hermano que lleva varios meses ya… Son diferentes programas y bueno, mi hermano está casi hace un año en tratamiento, entonces, puedo comprender de cierta manera, porque no es tan ajeno a mí ni a mi familia”, continuó Sosa una vez que estuvo sola frente a la cámara.
Sobre la rehabilitación en sí, Capelli sostuvo que es un proceso “para siempre”. A ello, añadió que estuvo en dicho proceso durante 4 años. “Internada estuve como dos meses, y después cuando salí estuve en terapia con un pellet puesto”, contó Cony.
Fuente: BioBioChile
