El mes de diciembre del año pasado constituyó un punto de inflexión en la gráfica de los fenómenos delictuales en Copiapó. En ese periodo ocurrieron delitos de homicidio que causaron la natural conmoción en la comunidad, poco habituada a este grave ilícito en tan corto lapso que acabó con la vida a cuatro personas.
A partir de estos hechos, de los cuales en un principio sólo existían antecedentes vagos de su ocurrencia y posibles responsables, la Fiscalía de Atacama dirigió las diligencias investigativas incorporando en ellas al Equipo Contra el Crimen Organizado (ECOH) sumando además la función de su Unidad de Análisis Criminal y Focos Investigativos (SACFI), quienes trabajaron de manera decidida, coordinada y en absoluta reserva con la Brigada de Homicidios de la PDI.
Fue precisamente la ejecución de esta función mancomunada la que permitió reunir los antecedentes y medios de prueba que llevaron a la detención de tres personas, una de ellas involucrada en dos homicidios consumados y otros dos frustrados, dicho imputado fue formalizado por la Unidad SACFI de la Fiscalía de Atacama y hoy se encuentra privado de libertad en la cárcel de Copiapó.
Este positivo resultado en materia penal, en una investigación que se mantiene reservada, es la muestra palpable de la preocupación institucional por investigar de manera frontal la comisión de aquellos delitos de mayor connotación social que se cometen en la región y que, además, puedan estar ligados al crimen organizado, siendo éstos los que mayor preocupación generan en una comunidad cada vez más atenta y en alerta frente a su ocurrencia.
La Fiscalía de Atacama dispuso, además del envío las respectivas órdenes de investigar a la policía, la realización de reuniones de trabajo en que se analizaron los antecedentes generándose una completa coordinación institucional para que cada acción investigativa en terreno tuviera un objetivo definido frente a la información que se lograba reunir. Gracias a ello se obtuvo la identidad de una persona, respecto de quien la Fiscalía solicitó su orden de detención, siendo formalizado ante el Juzgado de Garantía por su participación en los homicidios, logrando en esa instancia su prisión preventiva.
El trabajo de persecución penal frente a estos graves delitos no se detiene con la aprehensión del referido imputado. La Fiscalía de Atacama y sus Unidades SACFI y ECOH tendrá diez meses para continuar reuniendo la evidencia con la que, finalmente, se le acusará para solicitar, de acuerdo con la Ley vigente, las máximas penas que nuestro ordenamiento jurídico contemple. Todo ello para aportar a la necesaria tranquilidad de la comunidad regional.
