Obispo presidió la Misa Solemne y la procesión por el mar en la Fiesta de San Pedro en Huasco
En el hermoso atrio de la iglesia San Pedro Apóstol de Huasco tuvo lugar la misa solemne por la fiesta dedicada a su santo patrono, la tibia mañana de este domingo 2 de julio. La misa fue presidida por el obispo, Monseñor Ricardo Morales, y lo acompañó el párroco. p. Enrique Sarneguet, el p. Mario Campillay, el p. Aquiles Altamirano, junto a los diáconos Juan Badilla y Patricio Valenzuela. En la asamblea estaban presentes las autoridades de la comuna con la comunidad y los bailes religiosos.
En el ofertorio los bailes religiosos llevaron al altar un traje, también un cirio y una Biblia, además del pan, el vino. y unos lindos recuerdos que fueron bendecidos para repartir luego entre las personas.
El llamado del Señor es para todos
En la homilía, el obispo dijo que Pedro fue llamado por el Señor “desde su realidad de pescador”, señalando que “la misión del Señor no es para gente especial, muy buena, o muy santa. No es así; en Pedro, el Señor nos enseña que la misión no depende de nosotros, no es porque seamos mejores; a veces pensamos que para el Señor nos escuche debemos tener pedigrí o hacer cosas buenas. El llamado del Señor es para todos” aseguró, y explicó que “Pedro es la prueba más evidente que el Señor llama a todos sin importar su vida; a un pescador que vivía del mar, lo llama a ser la piedra de su Iglesia, y no lo deja de llamar no obstante Pedro haberlo negado tres veces. A nosotros también nos llama, y nos llama como somos, allí donde estamos”.
Al final de la misa, el baile Zambo Caporal Renacer con la Luz de María, de la localidad de Huasco Bajo recibió una especial bendición de sus trajes nuevos.
Procesión por el mar
Por la tarde se realizó la tradicional procesión con la imagen del Santo desde el templo parroquial hasta el muelle donde se dio comienzo a la procesión por el mar. La figura de San Pedro se instaló en el bote Sin Rumbo II, donde fue acompañado por el obispo, los sacerdotes, el diácono y personas de la comunidad. Entonces el obispo bendijo las embarcaciones y a las personas que acompañaron el bote con el Santo. Finalmente, la imagen volvió en procesión hasta el templo parroquial.