Desde 2012, la subvención ha beneficiado a 200 estudiantes de las regiones de Atacama y Coquimbo, abriéndoles oportunidades de cursar estudios superiores.
Compañía Minera del Pacífico anunció la entrega de 69 nuevas becas para fomentar la educación en estudiantes de las regiones de Atacama y Coquimbo, específicamente en los valles de Copiapó, Huasco y Elqui. Dicho beneficio lleva el nombre de Jaime Charles, en homenaje al ex gerente general del Grupo CAP, del cual CMP es filial, quien dedicó gran parte de su vida a impulsar el desarrollo formativo en las comunidades vecinas a las operaciones de la empresa.
Desde la implementación del programa de becas en el año 2012 se ha beneficiado a un total de 200 jóvenes, los cuales cuentan con un destacado rendimiento académico. De esta forma, como premio a su esfuerzo personal, se les otorga la oportunidad de cursar estudios superiores, de carácter profesional o técnico, en instituciones reconocidas por el Ministerio de Educación. Además, la subvención entregada por la compañía minera es compatible con otro tipo de ayudas económicas, públicas y privadas; y tiene como vigencia todo el periodo de enseñanza, con un límite de hasta 24 años de edad.
“Comprometidos con el desarrollo sostenible del territorio y de su gente, desde CMP creemos firmemente que la educación es la herramienta más valiosa para llevar a cabo este propósito. Estamos orgullosos de entregar nuevas becas a estudiantes de las regiones donde estamos presentes, otorgándoles una oportunidad clave para que puedan desarrollar sus capacidades y así fomentar el talento local”, señaló al respecto el gerente general de CMP, Francisco Carvajal.
En paralelo, la compañía se encuentra desarrollando diversas acciones que han permitido consolidar, en los últimos años, la educación en los territorios donde opera. Entre otras iniciativas, se han implementado planes de Aprendices, prácticas profesionales para liceos técnicos profesionales, cursos de innovación formativa y apoyo a cursos universitarios, preuniversitarios, escolares y de niveles menores, como es el caso del programa Alfadeca, que promueve competencias de lectoescritura en niños y niñas de enseñanza básica, contando en éste con el apoyo de trabajadores de la empresa como voluntarios.