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Huasco: Más de cien especies marinas murieron en termoeléctrica Guacolda

Ante esto la Superintendencia de Medio Ambiente instruyó medidas urgentes ante la eventual responsabilidad de la empresa, en un hecho que afecta la biodiversidad del área.

El 7 de abril, el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) llegó hasta el recinto tras la información de la empresa por la muerte de las especies. Se trataba de 105 especímenes de Leucocarbo bougainvillii, conocido comúnmente como Cormorán guanay, cuyos cuerpos habrían sido encontrados en los pozos de aducción del proyecto.

En esa visita, se encontraron a otros 15 ejemplares vivos de la misma especie, así como también un espécimen de Lontra felina, conocido comúnmente como Chungungo, todos en los mismos pozos de aducción del proyecto. Según los profesionales que los examinaron, estos últimos fueron rescatados en un estado de desorientación, y devueltos a su hábitat.

Luego de ello, el SAG determinó que las aves no murieron en razón de la Patología Viral de Influencia Aviar, y supuestamente su muerte se debió a la succión de agua de mar que realiza la central termoeléctrica Guacolda. Según el sistema de Clasificación de Especies del Ministerio del Medio Ambiente, el Cormorán guanay se encuentra en la categoría de NT (casi amenazada), mientras que el Chungungo se encuentra calificada como “en peligro”.

Felipe Sánchez, jefe de la oficina regional de la Superintendencia de Medio Ambiente, señaló que “la empresa el 7 de abril notificó al SAG de la muerte de aves, por posible gripe aviar. Eran más de cien aves, SAG asistió al lugar y tras los análisis y el 11 de abril le informó a la empresa que la muerte se debió a otras razones y también a nosotros porque eventualmente podría haber un daño ambiental. A partir eso nosotros investigamos y comprobamos que producto del sistema de aducción de agua de mar, las aves ingresaron al sistema, quedaron encerradas en un pozo lo que significó que con el tiempo murieran porque no pudieron salir. El sistema en sí le generó un impacto”.

Además, Sánchez agregó que después de primer evento ocurrido la primera semana de abril, la empresa informó de un segundo episodio donde fueron encontrados más de 20 aves muertas.

La empresa deberá presentar un proyecto de medidas de control a ser implementadas para evitar el ingreso de especies a los sistemas de aducción. Esto se deberá considerar una una revisión del estado de los barrotes instalados en los puntos de succión, y su refuerzo de ser necesario, un sistema de vigilancia y rescate constante en los pozos de aducción, de forma que apenas sea detectada la presencia de algún animal en su interior, el mismo pueda ser retirado acorde a los procedimientos que el SAG define para la materia; y una sección que se encargue del evento de fallecimiento de las especies que ingresen al sistema de aducción, en el que se deberá considerar la realización de una necropsia para determinar las causas que llevaron a la muerte del especímen.

Las medidas deberán ejecutarse dentro del plazo de 60 días hábiles contados desde la notificación de la resolución. “Debido a que se constató un daño ambiental de una especie en categoría de protección, hay una afección directa sobre la especie. Además, se comprobó que el proyecto cuando se evaluó ambientalmente nunca se previó que el sistema de aducción pudiera generar un impacto. A raíz de esto, se ordenaron medidas urgentes y transitorias, obligamos al titular para evitar que el daño siga ocurriendo”, concluyó Felipe Sánchez, jefe de la oficina regional de la Superintendencia de Medio Ambiente.

Declaración pública Guacolda Energía

A raíz de la información publicada en la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA), declaramos lo siguiente:

  1. Lamentamos el incidente que involucró a aproximadamente una centena de cormoranes, situación extraordinaria, imprevista y que nunca había ocurrido en los más de 31 años en los que ha operado Guacolda en la zona.
  2. Este hecho excepcional está siendo investigado por la autoridad fiscalizadora, proceso en el que hemos entregado todos los antecedentes solicitados para que se aclare a la brevedad lo ocurrido.
  3. Es importante consignar que la mayor presencia de estas aves en la Bahía de Guacolda se da en un contexto en el que la corriente El Niño ha generado una abundancia inusual de peces en el lugar, así como también en medio de una emergencia zoosanitaria generada por la influenza aviar, que ha generado una mortandad de miles de aves en la zona norte del país.
  4. Tras conocerse este hecho, Guacolda alertó inmediatamente al Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), tal como se ha dispuesto en el marco de la crisis zoosanitaria por influenza aviar, organismo que informó a la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA), que abrió un proceso investigación por este tema y solicitó, en ese contexto, que se implementaran medidas para evitar que se repitan eventos similares.
  5. Guacolda seguirá aportando toda la información necesaria para que lo ocurrido se aclare y, junto con ello, tomará todas las acciones y medidas adicionales a las que actualmente existen para evitar que un incidente tan excepcional como el ocurrido vuelva a generar las consecuencias que hoy lamentamos.

 

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