Esta población de iguanas en Galápagos es la última de esta especie en el mundo y el encontrar crías de ellas entrega esperanza para su conservación.
En los últimos meses, el equipo expedicionario documentó diferentes sitios de anidación y detectó tanto nidos activos como especímenes recién nacidos e iguanas rosadas juveniles (Conolophus marthae) de diferentes edades.
El análisis genético para confirmar el hallazgo está en curso, mientras que las cámaras trampa ocultas, desplegadas por el equipo en todo el volcán, registran amplia evidencia de anidación de esta especie. Pero también la amenaza que representan las especies introducidas que se encuentran en la zona.
En la expedición participaron guardaparques de la Dirección del Parque Nacional Galápagos y del Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica. También contaron con el apoyo de la organización Galápagos Conservancy, a través de la Fundación Conservando Galápagos.