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Investigadora de la UDA lidera red internacional para la investigación de infecciones asociadas a la clamidia

Gracias a un proyecto de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) la Universidad de Atacama ha activado esta red de investigación en la que participa la Universidad de Buenos Aires y la Universidad de Concepción, con el objetivo de realizar investigación que permita a los sistemas de salud enfrentar de mejor manera a las infecciones asociadas a Chlamydia trachomatis.

La investigadora del departamento de Obstetricia y Puericultura de la Universidad de Atacama, Dra. Erica Castro Inostroza es la directora del proyecto, que financiado con recursos del Concurso de Fomento a la Vinculación Internacional para Instituciones de Investigación de Regiones (FOVI) de la ANID, permite actualmente a las instituciones participantes realizar investigación en torno a la bacteria que produce la infección de transmisión sexual (ITS) por Chlamydiasis.

El lanzamiento de esta red internacional tuvo lugar el pasado martes 30 de agosto a través de plataforma telemática, ocasión en la que estuvieron presentes el vicerrector académico de la UDA, Forlín Aguilera; el profesor Marcelo Rodríguez Fermepín, subsecretario de planeamiento de la Secretaría de Ciencia y Técnica de la Universidad de Buenos Aires, por parte de la Universidad de Concepción, la directora Departamento de Bioquímica Clínica e Inmunología, Liliana Lamperti Fernández y la matrona encargada del servicio de la mujer del Servicio de Salud Atacama, Daniela Hidalgo Caballero, entre otros.

Erica Castro explicó que el impacto que el proyecto que la red internacional para la investigación de clamidia y otras afecciones (FOVI 210077) “es un proyecto que retoma lo que hace algún tiempo ya ha empezado a desarrollar en otras universidades, con la Red Sudamericana de Clamidia que lidera la Universidad de Buenos Aires, con la que habíamos avanzado entre esta y la Universidad de Concepción”, aseveró.

Erica castro afirmó que los recursos para el fomento de redes internacionales que abrió ANID “han permitido a la Universidad de Atacama retomar esta red que había quedado un poco detenida y volver a internacionalizarse, retomando este vínculo formal entre la UDA, Universidad de Concepción y Universidad de Buenos Aires, para elaborar estrategias que permitan vincular también al sistema de salud en algo que está pendiente a la política pública de país como es oficializar y sistematizar el diagnóstico de Chlamydia trachomatis; el que ya está implementado en algunos laboratorios privados, no obstante en la parte pública es tremendamente importante que esté como un servicio dentro del manejo de la infertilidad, de la búsqueda en gestantes, en población vulnerable en adolescentes y por supuesto en la población que ejerce el comercio sexual”.

Grupos vulnerables

La Chlamydiasis es una infección que impacta tremendamente la salud reproductiva que marca a la población joven que inicia su vida sexual, esta impacta mayormente a la población adolescente y adulto joven (hasta los 24 años). “Chlamydia trachomatis genera un daño silencioso que se mantiene permanente y se manifiesta después, especialmente cuando las parejas quieren ampliar la familia, se observa ahí que hay un daño crónico e irreversible de los tejidos reproductivos”, explicó la doctora en microbiología.

La investigadora de la Universidad de Atacama añadió que “hay muchas cosas que aún no sabemos de este microorganismo, como su capacidad de evadir mecanismos de terapia, la manera como se introduce en las células y pasa desapercibida o a veces produce una reacción inmunológica exacerbada que lleva a la reinfección, incluso más allá de lo genital, como la infección faríngea, cuadros críticos de artritis reumatoidea, cuyo origen está mayormente en una infección por Chlamydia trachomatis, la infección ocular sobre todo en niños y niñas al nacer e incluso neumonías antes de los 6 meses de vida”.

Gracias a la investigación sistemática de los últimos años para determinar a los grupos prevalentes la Dra. Castro enfatizó que se trata de “la población joven, adolescentes; en efecto en muchos países de avanzada como en Europa y América del Norte hay unidades establecidas dentro de los establecimientos educacionales donde hay una cultura de mucha educación y autocuidado y hay unidades dispuestas para enseñar el uso del condón en todo tipo de relaciones sexuales, pues no hay que descartar la transmisión anal de clamidia y la transmisión faríngea y los testeos dentro de la mismas comunidades escolares que permiten a los y las adolescentes a acudir, acompañar y hacer un diagnóstico para tratarse oportunamente, especialmente en torno a su fertilidad que impactará posteriormente cuando quieran constituir familia”.

El segundo grupo está identificado con las gestantes, por todo lo relacionado a la salud perinatal, clamidia está relacionado al parto prematuro a envejecimiento placentario, lo que puede repercutir en un niño o niña de bajo peso al nacer, explicó la académica.

Erica Castro puso la alerta en el tercer grupo que comprende a “las personas que se dedican al comercio sexual, que hoy en día tienen un estilo distinto, pues las apps de citas y redes sociales han provocado que haya menos control en la población móvil que ejerce el comercio sexual, la forma que hoy se ejerce el comercio sexual es probablemente menos establecido que hace algunos años en donde había lugares que se conocían, porque hay había intercambio de prestaciones de tipo sexual, hoy hay más movilidad de estas personas lo que hace más difícil hacer el diagnóstico”.

Por último la investigadora mencionó un cuarto grupo, “que no es menor y tiene relación con los hombres que tienen sexo con hombres. Hoy en día hay algunos tipos de clamidia que están afectando a este tipo de personas, sobre todo un tipo de clamidia que puede producir el linfogranuloma venéreo, que origina bubones o abscesos en la región inguinal, se han detectado brotes en sobre todo en hombres que tienen sexo con hombres, por lo que hoy se hace necesario educar a estos grupos”, puntualizó la microbióloga.

Universidad de Atacama

El vicerrector académico y rector electo de la UDA, Forlín Aguilera calificó la iniciativa como notable pues “hace confluir nuestras áreas misionales de la Universidad, la docencia, la investigación, gestión institucional y la vinculación con el medio. Refleja la investigación como una oportunidad en la generación de nuevos conocimientos y también establece uno de los estándares que contribuyen al desarrollo de la calidad en nuestras instituciones de educación superior. En la actualidad es importante para las universidades la promoción de redes de trabajo internacionales en investigación, pero también lo es la consolidación de los equipos que se van estructurando, la generación de estrategias comunes y también la contribución en las políticas públicas que vayan redundando en el cumplimiento de este objetivo fortaleciendo la producción científica, pero también la formación del capital humano avanzado”.

Universidad de Buenos Aires

El subsecretario de planeamiento de la Secretaría de Ciencia y Técnica de la Universidad de Buenos Aires, Marcelo Rodríguez Fermepín, destacó la iniciativa como la consolidación de mucho trabajo previo “es una posibilidad de avanzar en las dimensiones de investigación, docencia y la posibilidad de hacer acciones concretas de extensión. La bacteria tiene una carga en salud sexual y reproductiva de hombres y mujeres muy importante, con bastante frecuencia compartimos resultados con la Dra. Erica Castro y sabemos la repercusión que tiene en la salud de la población. Hemos encontrado en Argentina en mujeres embarazadas adolescentes porcentajes de infección que han superado el 25%, entonces creo que el desarrollo de esta red va a tener un impacto en salud muy importante”.

Universidad de Concepción

Por su parte la directora del Departamento de Bioquímica Clínica e Inmunología, Liliana Lamperti Fernández añadió que “el diagnóstico de enfermedades infecciosas está en concordancia con las líneas de investigación y áreas estratégicas de desarrollo de nuestros académicos y departamentos. Durante la pandemia, nuestro laboratorio formó parte de la red de ANID para el diagnóstico de COVID-19 y queremos poner a disposición de este proyecto nuestra infraestructura, equipamiento y recurso humano para los objetivos que se desarrollarán de manera conjunta y transdisciplinaria en esta red. Esta red no solo fortalecerá la experiencia en que hemos colaborado con la Dra. Erica Castro y con la universidad de Buenos Aires. Esto ha permitido el fortalecimiento de la formación de pre y postgrado y la interacción con empresas tipo spin off incubadas en la Universidad de Concepción y que ahora están dedicadas al diagnóstico molecular”.

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