En 2021, la tasa de desocupación anual en la región de Atacama descendió 1,3 puntos porcentuales (pp.) respecto al año anterior y se situó en 9,2%. En las mujeres, este indicador decreció 1,4 pp. y llegó a 8,9%, mientras que en los hombres anotó un retroceso de 1,2 pp., ubicándose en 9,4%. Así se desprende de la Separata de la región de Atacama con estimaciones anuales 2021 de la Encuesta Nacional de Empleo (ENE) dada a conocer esta mañana por el Instituto Nacional de Estadísticas.
Durante ese año hubo 13.468 personas desocupadas, con una reducción anual de 10,5%, es decir, la región tuvo 1.580 desocupados menos que en 2020.
En tanto, las personas ocupadas a nivel regional aumentaron 4,0% en comparación a 2020. Las categorías ocupacionales más incidentes fueron asalariados formales (4,0%), trabajadores por cuenta propia (3,7%) y personal de servicio domésticoa (38,6%). En tanto, los sectores económicos que más influyeron en la expansión de la población ocupada fueron construcción (33,8%), minería (8,0%) e industria manufacturera (14,3%).
La expansión en las mujeres ocupadas (6,6%) fue motivada principalmente por las asalariadas formales (5,8%), mientras que en los hombres (2,4%), también incidieron mayormente los asalariados formales (3,0%).
La tasa de participación laboral anotó un alza de 0,8 pp. y ubicándose en 59,4%, en tanto en las mujeres se incrementó 1,8 pp. y llegó a 46,9%, mientras que en los hombres no tuvo variación respecto a la registrada en 2020, alcanzando 71,8%.
Informalidad laboral
Por su parte, la tasa de ocupación informal anual se situó en 26,0% aumentando 2,7 pp. en doce meses, mientras que en igual período las personas ocupadas informales crecieron 15,9%, es decir, 4.744 personas más que en 2020.
Nueva metodología de estimaciones anuales en la Encuesta Nacional de Empleo (ENE)
Dado que la ENE tiene un diseño de panel rotativo cuyo objetivo es obtener indicadores para trimestres móviles, las estimaciones y medidas de precisión bajo el enfoque anualizado se obtienen con el conjunto de las bases de datos correspondientes a los cuatro trimestres calendario apiladas, y cuyo factor de expansión se calcula a partir del ponderador trimestral que se tiene previo a la calibración por las proyecciones de población, ponderado por las personas que responden en cada trimestre, y finalmente se calibra por las proyecciones de población del periodo central del año (30 junio). El factor de expansión con enfoque anualizado permite corregir posibles desbalances de la muestra entre los periodos y obtener estimaciones fiables.
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