Con 78 votos a favor, 67 en contra y tres abstenciones, la Sala de la Cámara de Diputados aprobó la acusación constitucional contra el presidente Sebastián Piñera. La acción tuvo su génesis tras la explosión de los Pandora Papers y la compra venta en Islas Vírgenes Británicas del proyecto minero portuario Dominga, entre la familia del Mandatario y Carlos Délano. En 2017, un reportaje de Radio Bío Bío ya había revelado esta información.
Tras una maratónica sesión de 22 horas, la Cámara de Diputados aprobó la mañana de este martes la acusación constitucional contra el presidente Sebastián Piñera, con 78 votos a favor.
También hubo 67 opiniones en contra y tres abstenciones (Pepe Auth, Pablo Lorenzini y Carlos Abel Jarpa).
Es decir, la maniobra de hablar por 15 horas sin parar del diputado Jaime Naranjo (PS) resultó crucial en esta votación, para la cual no se visó la participación telemática.
Por ello, tras terminar su cuarentena preventiva a la medianoche, el diputado Giorgio Jackson (RD) viajó de Santiago a Valparaíso para unirse al debate y dar el voto decisivo.
Con esta resolución de la Sala, el libelo quedó en condiciones de pasar al Senado.
Allí, la oposición necesita 2/3 para destituir al Mandatario, lo que requiere convencer a cinco senadores del oficialismo.
Naranjo, la cara de la jornada, se dirigió a la prensa tras la votación de la Cámara, momento al que catalogó como “histórico” y que ligó “a la unión de la oposición”.
“Creo que lo que hemos hecho hoy que sirva como homenaje y reconocimiento a todas esas familias chilenas que han sufrido tanto durante este Gobierno, algunas por graves violaciones a los Derechos Humanos, otras por las condiciones indignas donde viven”, dijo.
“Lo más importante que hoy esta oposición le ha mandado un mensaje de esperanza, de fe a los chilenos, que se puede construir un país mucho mejor, que es posible que tengamos un presidente que sea un ejemplo y no como la situación en que nos vemos hoy día: con un presidente que no solamente ha actuado al margen de la probidad administrativa que se requiere, sino que además ha actuado gravemente en dañar la imagen de la nación”, añadió.
En su intervención, Naranjo reconoció que ahora el escenario cambia, ya que el quórum de la Cámara es distinto a lo requerido en el Senado, aunque se manifestó tranquilo al respecto.
“Sabemos que es difícil conseguir los votos en el Senado (…) Será tarea nuestra convencer a los senadores. Tenemos fe y esperanza”, sostuvo.