Mateo, Marcos, lucas y Juan fueron los evangelios seleccionados para pertenecer en la biblia, pues en ellos se encuentra el testimonio de Jesús sobre la tierra, pero existen otros textos que nos hablan sobre esos tiempos, evangelios que fueron rechazados, perseguidos y quemados por los padres de la iglesia, pues no eran de su agrado. Sin embargo, en 1945 salieron a la luz estos evangelios que se encontraban enterrados en Egipto, los cuales vienen a enriquecer la imagen divina del salvador, y a criticar los dogmas impuesto por la iglesia, ya que algunos de ellos invitan a los creyentes a generar un vínculo directo con Dios, sin la necesidad de iglesias organizadas, de templos, sacerdotes u obispos. Poniendo en jaque la fe de la iglesia tradicional, por estos motivos fueron excomulgados de la Biblia. Recordemos que, en el Concilio de Nicea convocado por el Emperador Constantino, seleccionaron los evangelios a su conveniencia, ya que necesitaban ordenar la religión del Imperio Romano, debido a que este se encontraba en una transición de politeísmo a monoteísmo. En este concilio, se cercenó la imagen de Jesús, y estableció que solo cuatros evangelios eran los verdaderos, todo aquel que pensara distinto fue perseguido, torturado y asesinado por el poder del Emperador romano y el poder naciente de la iglesia católica.
Si miramos el pasado de la iglesia y como se instauró la fe cristiana en el mundo fue a través de la espada, solo miremos la historia del continente americano, ¿cuántos indígenas murieron por no profesar la cristiandad? Según la iglesia eran hijos del demonio, que debían ser purificados, pero en este aspecto encontramos la primera contradicción de la iglesia con las enseñanzas mismas de Jesús, no fue el Mesías que mencionó esta enseñanza: “Y cualquiera que no os reciba ni oiga vuestras palabras, al salir de esa casa o de esa ciudad, sacudid el polvo de vuestros pies y marchaos” pero no, la iglesia obligó a creer y aceptar a este Dios no por Fe, sino por miedo al castigo, a la tortura y al asesinato. Actualmente la mayoría de la población creemos por tradición que pasa de generación en generación, muchos rituales que se realizan como bautismo, primera comunión, confirmación e incluido los casamientos se realizan por costumbre no por creencia.
En cambio estos nuevos evangelios plantean: “el que tenga oídos que oiga y el que busca que no cese en su búsqueda” Jesús nos dice, “El reino de Dios está dentro de ustedes y fuera de vosotros” esta enseñanza es clave, ya que plantea a un Dios que vive en nuestro interior, que para encontrar a Dios nos tenemos que conocer a nosotros mismos, este saber quiebra totalmente la autoridad de la iglesia, quien es la intermediaria entre las personas y Dios y solo ellos pueden realizar una interpretación correcta de las Santas Escrituras, además de manifestar que no es necesario asistir a una iglesia o a un culto para encontrar a Dios, ya que habita dentro y fuera de nosotros, llegar a un madero y lo encontrarás, levantar una piedra y ahí lo encontrarás, porque la divinidad se encuentra con nosotros. Esta enseñanza, que se encuentra en el evangelio de Tomás, rompe el monopolio de la iglesia, el control hacia las personas, ya que ellos monopolizan la verdad para encontrar la salvación, y en ese sentido se reduce la verdad, según la iglesia, la verdad se encuentra en sus instituciones, en sus dogmas y reglas establecidas, reconociendo al Papa o sacerdotes como autoridades, pero nadie está sobre Dios, ya que él se encuentra en todas partes, y Jesús nos invita a realizar una conexión directa con él.
El peor de los males para esta sociedad, para el Jesús de los evangelios ocultos, es la ignorancia, ya que es la madre de todos los males, la ignorancia desemboca en la muerte, los que proceden desde la ignorancia no fueron ni son ni serán, lo que desea decir Jesús con estas palabras es que para los ignorantes es más importante lo superficial, el materialismo, el adquirir cosas y querer proyectar una imagen de lo que no es, en consecuencia valoramos más el exterior que el interior, y en el interior es donde se encuentra la verdad. El ignorante acepta lo que le dicen, pero se niega a buscar la verdad por el mismo, se niega aceptar que pueden existir otros puntos de vista tan válidos o más que su misma visión, ya que la verdad la construye uno mismo, somos libres de creer, aceptar e investigar nuestra verdad.
Vivimos más de dos mil años con la superficialidad de la creencia de la iglesia tradicional, la cual nos obligó aceptar su verdad, nos obligó a venerar a sus autoridades, y finalmente la verdad salió a la luz, donde se logró visualizar los grandes escándalos interiores de la iglesia, estafas, fraudes, corrupción y pedofilia. Sacerdotes hipócritas que usan el nombre de Jesús para su bien propio, cuando viven en vergüenza, todos aquellos sacerdotes que no han vivido acorde a las enseñanzas de Jesús han plantado arboles sin frutos en su nombre de una manera vergonzosa, aquellos sacerdotes llevan a las personas a la ignorancia.
Estos evangelios que fueron encontrados nos advertían de estos acontecimientos, Jesús dijo: “los fariseos y escribas recibieron la llave del conocimiento y las han escondido: ni ellos entraron, ni dejaron entrar a los que querían, pero vosotros sed cautos como las serpientes y sencillo como las palomas” debido que aquellos que monopolizan la verdad, no entrarán al reino de Dios, y no dejan entrar, ya que el amor puro y verdadero no está condicionado. Estos evangelios nos invitan a buscar a la divinidad por nosotros mismos, ya que el reino se encuentra entre nosotros, pero en ocasiones no lo vemos, y cuando no lo vemos, nace la desigualdad, la guerra, la hambruna… debemos buscarlo por convicción, no por miedo, culpa y menos por tradición. ¡La verdad nos hará libre!!
Usemos esta semana Santa para reflexionar en estas enseñanzas que salieron a la luz, “no hagan lo que les aborrece, pues ante el cielo esta todo patente, ya que nada hay oculto que no termine por quedar manifiesto y nada escondido que pueda mantenerse sin ser revelado”, los invito a buscar a Jesús en el interior de ustedes, en sus familias, no únicamente en los templos, puesto que cuando salimos de ahí, olvidamos la divinidad, y recuerden, la divinidad está dentro de nosotros y fuera de nosotros, levanten una piedra y lo encontrarán. Busquen a Jesús, no se cierren en los cuatros evangelios seleccionado en el concilio, no olviden que el propósito de ese encuentro no fue para encontrar a Dios, era para organizar un Imperio que se encontraba en crisis entorno a sus creencias. Lean los evangelios excomulgados con una mente abierta y un corazón limpio, y para finalizar, la verdad la construimos nosotros no se impone.
Juan Francisco Aguilar Palominos
Profesor General Básica Licenciado en Educación.
Mención en Lenguaje y Comunicación.
