Llevar el debate hasta el Tribunal Constitucional. Esa fue la advertencia que hizo ayer el jefe del comité de RN, Rodrigo Galilea, ante la sala del Senado, en el marco de la discusión de la reforma que busca garantizar escaños reservados para pueblos originarios en la convención constitucional.
Si bien ayer la Cámara Alta no entró a debatir el fondo del proyecto, se dedicó a revisar cuál es el quórum constitucional que una modificación de esta naturaleza requiere para su aprobación.
Así, mientras la oposición defendió que al tratarse de una reforma a un artículo transitorio de la Carta Fundamental se necesitaría de 3/5 del Congreso, Chile Vamos sostuvo que la norma aprobada por la Comisión de Constitución -que implica modificar el número de convencionales que fijó el acuerdo del 15 de noviembre, al agregar 25 escaños a los actuales 155- requeriría uno de 2/3.
Fue en ese contexto que Galilea advirtió que si hoy la sala se inclina por un número menor de votos, “yo al menos recurriré al TC, porque me parece que sería saltarse normas demasiado relevantes en este proceso”, a la vez que su par Luz Ebensperguer (UDI) reiteró reserva de constitucionalidad.
La discusión se da justamente cuando tanto el oficialismo como la oposición están conscientes de que sus propuestas no tienen los votos suficientes para aprobarse. De hecho, ambos sectores esperan zanjar el debate en una comisión mixta, la que podría conformarse si hoy la sala desecha completo el texto, incluyendo la norma que establece una cuota para discapacitados.
Mientras Chile Vamos ha impulsado la conformación de un padrón especial y asignar 15 escaños protegidos -no adicionales a los 155-, la oposición ha insistido en la propuesta aprobada por la Comisión de Constitución. Ese texto asegura 24 escaños a los 10 pueblos legalmente reconocidos y uno más para el tribal afrodescendiente, cupos que serían supernumerarios y por los que podría votar todo aquel que se identifique como parte de una de esas etnias en una segunda papeleta.
