Los efectos del COVID-19 en la Minería, del cual no solo existe dependencia en cuanto a los ingresos para el fisco, sino también para los miles de trabajadores del país que solían movilizarse al norte han sido fuertes. El actual escenario cambió, generando sobrecostos por efectos de movimiento del personal, con lo cual se ha priorizado la mano de obra de la zona, significando el término de contrato de trabajadores de regiones.
En total, en el trimestre Marzo-Mayo, la Minería chilena ha perdido más de 35.000 puestos de trabajo, un 15% en relación al mismo periodo 2019. Mientras tanto, para quienes continúan en las faenas, surge la duda sobre cuál ha sido la prioridad, si las personas o la producción, y si se han tomado las medidas sanitarias adecuadas; puesto que se ha observado un aumento significativo en los casos de COVID-19. La exposición al frío y al material particulado, hacen a los trabajadores más propensos a enfermedades respiratorias; además de estar en altura y aislamiento.
En términos de exploración y nuevos proyectos, éstos se han visto paralizados. Existen reservas de oro en la cordillera alta y hacia el sur susceptibles de explotación, y que más adelante podrían retomarse, pero aún no se tiene certeza. Lo mismo ocurre con las ampliaciones de proyectos en operación actual, junto con la potente y Minería del cobre.
Según datos de COCHILCO la industria ha logrado enfrentar disminuciones productivas mediante modificaciones en sus planes, lo que compensará, hacia fines de año y principios de 2021. Asimismo, y sin tener data suficiente para prever el comportamiento de la producción nacional durante junio, vemos que poco a poco la industria tiende a resentirse. Las cifras productivas del boletín mensual de mayo son un claro ejemplo: un crecimiento de 3,2% con respecto al mismo periodo de 2019, pero disminuciones importantes en operaciones como El Soldado (-18,8%), Mantoverde (-21,9%), Zaldívar (-15,6%), Cerro Colorado (-29,7%), Quebrada Blanca (-34,6%), Centinela sulfuros (-50,6%), Spence (-17,5%) y Carmen de Andacollo (-18%).
Pese a los esfuerzos de la industria, para este año se estima una producción de 5,718 millones de toneladas en Chile, lo que representa una caída de 1,2% con respecto a 2019 y un 2,6% respecto de lo esperado para 2020 antes de la pandemia.
Natalia Torres
Académica Escuela de Minas
Universidad de Las Américas
