Pablo Villalobos, doctor en salud pública de Harvard y académico de la Usach, reconoció que el estudio tiene fundamentos teóricos sólidos, pero advirtió que “afirman que la cifra de fallecimientos por día en el mes de julio puede oscilar entre 60 a 600”. El especialista llamó a tomar los datos con cautela.
El Instituto para la Métrica y Evaluación de la Salud de la Universidad de Washington actualizó las proyecciones para Sudamérica ante la pandemia del coronavirus y Chile estaría entre los tres países de la región que protagonizarían los peores escenarios.
En concreto, si bien a mediados de mayo proyectaban que Chile sería uno de los países que tendrá menos decesos por Covid-19 en Latinoamérica, ahora el escenario cambió drásticamente.
En su último reporte señalaron todo lo contrario: para agosto proyectan que a comienzos de julio Chile podría registrar una cifra de 236 fallecidos diarios; y, en agosto, las muertes totales podrían ascender a 11.970.
Incluso la Organización Panamericana de la Salud (OPS) alertó ayer martes que la transmisión del virus “aún se está acelerando” en Chile, Brasil y Perú.
Unos indicadores que no cayeron nada bien en el presidente Sebastián Piñera, que durante la mañana de este miércoles acusó que los estudios han sido poco precisos y muchos de ellos se han apartado de la verdad”.
En medio de la polémica, el asesor de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en adulto mayor, doctor en Salud Pública de la Universidad de Harvard y académico de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Santiago, Pablo Villalobos, puso paños fríos a la situación.
En particular, señaló que -aunque el modelo puede tener datos sólidos de fondo- las cifras que presentan contemplan “intervalos de confianza extremadamente amplios”.
“Aunque exponen que el peak de contagios para Chile provocaría 236 muertes diarias, también afirman que la cifra de fallecimientos por día en el mes de julio puede oscilar entre 60 a 600”, afirmó. “El modelo puede tener fundamentos teóricos muy sólidos, pero el tema más importante del Covid-19 hoy es la falta de información”, enfatizó.
Según dijo, lo más preciso es analizar los datos semana a semana y no diariamente, a fin de comprobar si efectivamente se registra un progreso o un estancamiento, lo que “debiese ser la guía para las próximas políticas sanitarias”, concluyó.