Al menos tres jugadores del plantel principal del Flamengo recibieron diagnóstico positivo para el nuevo coronavirus, informó el club brasileño, que detectó en total 38 casos de Covid-19 entre sus funcionarios y familiares.
“De los 293 examinados (entre el 30 de abril y el 3 de mayo), 38 dieron positivo, incluso sin síntomas”, informó el club en un comunicado. La identidad de los jugadores no fue revelada.
Además de los tres jugadores del elenco principal, tuvieron resultado positivo 25 familiares o empleados de deportistas o miembros de la comisión técnica del club, así como seis funcionarios del grupo de apoyo del plantel, dos empleados tercerizados y dos jugadores que presentaron anticuerpos contra la enfermedad, detalló el vigente campeón brasileño.
Quienes contrajeron el virus se mantendrán aislados y su estado será acompañado a diario “con cuestionarios sobre signos vitales y evolución”, indica el comunicado del equipo de Rio de Janeiro, campeón del campeonato brasileño y de la Copa Libertadores 2019.
Las mismas medidas valdrán para aquellos jugadores cuyos familiares o empleados hayan contraído el virus.
Cabe mencionar que los campeonatos de fútbol se encuentran paralizados en los 27 estados brasileños. El Brasileirao, que debía iniciarse el 3 de mayo, no tiene por el momento fecha prevista de apertura, a causa de la crisis sanitaria.
Flamengo perdió esta semana al funcionario más antiguo de su Departamento de Fútbol, el masajista Jorge Luiz Domingos, de 68 años, que trabajaba hacía cuatro décadas en el club. Domingos estaba internado y sufrió un paro cardíaco “tras complicaciones de la Covid-19”.
El gobierno de Rio de Janeiro prorrogó hasta el 11 de mayo las medidas de cuarentena parcial impuestas para contener la propagación del virus, pero los académicos que asesoran a las autoridades recomiendan la adopción de medidas más estrictas, como el confinamiento total que algunas capitales de las regiones norte y noreste implementaron esta semana.
Las estadísticas oficiales indican que el Covid-19 cobró más de 8.500 vidas en Brasil, donde más de 125.000 fueron diagnosticadas con la enfermedad, aunque especialistas señalan que ambas cifras están subdimensionadas debido a la falta de test disponibles.
