El Gobierno reconoció que vienen “meses complicados” para la economía, que en marzo se contrajo un 3,5%.
Expertos estiman que la real magnitud de la recesión se reflejará a partir de abril, con una caída superior al 10%, mientras que en el gran empresariado advierten que el Ejecutivo debe reservar recursos para impulsar la recuperación, a fines de este año.
Dejando atrás los números positivos de diciembre, enero y febrero, la actividad económica se contrajo un 3,5% en marzo, en comparación a igual mes de 2019, según el Índice de Actividad dado a conocer por el Imacec del Banco Central.
Los analistas esperaban una caída un poco más abrupta, aunque el dato sigue siendo uno de los peores de la década, pese a que sólo refleja dos semanas de paralización asociadas a la medidas de confinamiento.
Los sectores más afectados fueron los servicios, comercio, el turismo, la hotelería y la gastronomía, llevando el Imacec no minero a caer un 4%, mientras que la actividad minera se expandió en 0,8 puntos porcentuales.
La discusión ahora está centrada en qué tan profunda será la depresión, y en qué momento alcanzará su punto más crítico, puesto que incluso en el Gobierno reconocen que a partir del dato de abril podremos ver en su plenitud lo que significan las restricciones sanitarias para la actividad.
Así lo señaló el ministro de Hacienda, Ignacio Briones, advirtiendo que vienen “meses complicados” para la economía.
La caída se da pese a que este mes de marzo registró un día hábil más que en 2019, y si bien no supera la contracción de 4% registrada en noviembre, por los impactos de la crisis social, en términos desestacionalizados la cifra es similar.
El director del Centro de Estudios en Economía y Negocios de la Universidad del Desarrollo, Cristián Echeverría, estimó que si bien es difícil proyectar cuál será el peak de esta recesión, ya entramos en el comienzo de ella, y en un escenario base de mantener a raya los contagios, debiera comenzar a revertirse en septiembre.
Otros economistas también coinciden en que abril será el mes más crítico, con caídas en la actividad por sobre el 10% seguida por una cifra similar durante mayo, tal como lo explicaron el economista jefe de BCI Estudios, Sergio Lehmann, y el analista de mercados de XTB Latam, José Raúl Godoy.
Prácticamente todos los análisis concuerdan en que el último trimestre debiera comenzar una reactivación, que podría ser muy acelerada, siempre que los impactos sociales no se desborden.
Aún así, el presidente de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), Bernardo Larraín Matte, respaldó la agenda del Gobierno y advirtió que es necesario reservar un espacio de gasto fiscal para impulsar la recuperación.
En enero la economía creció un 1,5%, en febrero 2,7% y ahora con esta contracción de 3,5%, el promedio está en un 0,2%.
Es una estimación que, además, el Banco Central reconoce podría ser objeto de revisiones tomando en cuenta la dificultad que ha significado para la recolección de datos la aparición de la pandemia.
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