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Llega el Súper Martes: ¿Contra quién quiere competir Donald Trump?

El “Súper Martes” será el episodio más importante de las primarias demócratas, que tienen al progresista Bernie Sanders y al moderado Joe Biden como favoritos, luego de una carrera que ha dejado a decenas de candidatos en el camino y con Donald Trump como espectador, para saber contra quién competirá.

En 2016, Trump derrotó a Hillary Clinton, una candidata del establishment del Partido Demócrata y perteneciente al ala más centrista del partido, desde entonces el actual mandatario ha reforzado su discurso provocador y aunque no goza de una popularidad gigantesca, su base de apoyo (sobre el 40%) es bastante dura y le podría asegurar la reelección.

Ante el desafío de vencer a Trump, el Partido Demócrata ha presentado una amplia gama de candidatos, que representan diferentes sectores, desde el ala centrista hasta sectores más progresistas o de la “izquierda estadounidense”, incluso algunos que partían como favoritos se han retirado de la carrera como la senadora Kamala Harris, el excongresista Beto O’Rourke o el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio.

Igualmente los diversos sectores siguen representando en las primarias demócratas, siendo estos los favoritos:

Bernie Sanders: autodenominado como “socialista democrático”, históricamente independiente y favorito según las encuestas.

Joe Biden: exvicepresidente durante el gobierno de Barack Obama y uno de los representantes más duros del establishment Demócrata.

Elizabeth Warren: senadora por Massachusetts, del sector más progresista del Partido Demócrata y dura opositora a Trump.

Michael Bloomberg: millonario, exalcalde de Nueva York y en su carrera política ha estado en el Partido Republicano y Demócrata, además cuenta con el “plus” de que tiene una fortuna superior a la de Trump.

Moderado (Biden) contra Sanders (izquierda)

Ante la variedad de candidatos, la pregunta que sale a la luz es ¿Qué tipo de candidato conviene o quiere Trump?, un candidato moderado podría atraer a votantes del centro y menos ideologizados, mientras que uno progresista podría atraer más votantes.

El académico del Centro de Estudios de América Latina de la Universidad de Florida, Carlos Suárez, sostiene que el discurso de un candidato progresista como Sanders podría atraer más votantes y verse como un candidato fuerte, a diferencia de la imagen que refleja Biden.

“Mi sospecha es que (Trump) como todo político buscará un oponente débil y en estos momentos ese sería Biden (…) Me parece que si Bernie Sanders sigue en la delantera y logra movilizar electores que normalmente no participan del proceso político esto servirá como un reto serio para Trump”, sostiene.

Por su parte, la investigadora de la Menlo College de California, Melissa Michelson, indica que las posibilidades de un moderado y un progresista, dependerá de la cantidad de votantes que pueda atraer el segundo. En particular, en el caso de Biden y Sanders, el primero se fortalece por el respaldo que tiene en votantes mayores y afroamericanos.

“La pregunta para un concurso Sanders-Trump es si los votantes que estarían motivados por Sanders superarían a los votantes que lo rechazan. La investigación en ciencias políticas sugiere que Sanders sería un candidato más débil en comparación con Biden. Si Biden es el nominado, hay alguna evidencia de que le iría muy bien entre los votantes mayores y los votantes negros, que tradicionalmente tuvieron una alta participación, y también que atraería a moderados en el Medio Oeste”, indica Michelson.

¿Qué quiere Trump?

El presidente de Estados Unidos ha sido un habitual comentarista de las primarias demócratas, incluso tiene un sobrenombre a cada candidato, algo que también hizo en las primarias republicanas de 2016.

“Sleepy Joe” (Biden), “Crazy Bernie” (Sanders), “Mini Mike” (Bloomberg) o Pocahontas (Warren),
son los apodos con que Trump ha llamado a los candidatos demócratas.

Pero más allá de mofarse, analistas estiman que el mandatario buscaría enfrentarse con un candidato más “de izquierda” como Sanders o Warren, que ayudaría a fortalecer su discurso “polarizante”.

“Creo que Trump espera que el candidato demócrata sea Sanders. Creo que siente que puede describir de manera más efectiva al Partido Demócrata como extremista y fuera de contacto con los votantes si el candidato es un autoproclamado socialista demócrata”, afirma Michelson.

Una postura similar presenta Suárez, aunque explica que Trump ha visto en Biden un rival peligroso, dando de ejemplo que haya ejercido presiones sobre Ucrania para que investigasen a una empresa vinculada a su hijo y que derivó en el fallido proceso de impeachment.

“Biden luce ahora como candidato agotado y sin el furor de la juventud que apoya a Bernie. Aunque no debemos olvidar que se entiende que Trump ha visto a Biden como una amenaza seria en el pasado (por ejemplo el asunto de Ucrania)”, dice Suárez.

La aparición de Biden como rival más fuerte para competir contra Trump contrasta con lo ocurrido en 2016, cuando el mandatario derroto a una candidata de perfil similar: del sector más centrista, integrante del establishment del Partido Demócrata y vista como parte de la élite.

“La gente no votó en 2016 sobre ideología, sino sobre si querían un cambio y pensaban que Hillary Clinton mejoraría sus vidas. Ante la decepción con la presidencia de Obama por parte de algunos segmentos de la población, esos votantes decidieron poner al frente al partido político de la oposición. En 2020, los votantes ahora están decidiendo si quieren un cambio de la presidencia de Trump. Cada elección corresponde a la administración anterior”, aclara Michelson.

Fuente: BioBioChile.cl

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