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[OPINIÓN] ¿Los chilenos o los argentinos? ¿quiénes voseamos más?

He hecho esta pregunta decenas de veces a muchas personas y la respuesta siempre ha sido la misma: “Los argentinos, por supuesto”. Tanto así, que cuando se imita o remeda el hablar de los hermanos trasandinos recurrimos inmediatamente a frases tales como: “¿Y vos de dónde venís tan tarde?” “Primero vos tenés que tomar el subte y luego te bajás en la estación tal por cual”.

         Sin embargo, la respuesta correcta es precisamente la contraria: los chilenos voseamos más que los argentinos. ¿Creen que les estoy mintiendo? Permítanme primeramente hablarles un poco acerca del voseo.

         En términos muy generales el “voseo” consiste en el uso del pronominal “vos” en vez de “tú” para dirigirse al interlocutor y en el uso de las desinencias verbales propias de la segunda persona del plural (“vosotros”) para dirigirse a la persona con quien se habla.

         Ahora, hagamos un poco de historia. En el español antiguo, existían tres formas para dirigirse al interlocutor: “Vos”, “tú” y “vuestra merced”. Tanto el “tú” como “vuestra merced” se usaban en situaciones de cercanía o de confianza; en cambio el “vos” era usado para referirse a una persona de más autoridad. Con el tiempo “vuestra merced” evolucionó a “usted” (vuestra merced, vuesarced, uesarced, userced, useced, usced, usted).

         En España durante el siglo XVI dejó de usarse el “vos” como señal de respeto, y empezó a ser reemplazado por “usted”. El uso de “tú” continuó para el trato de cercanía o confianza.

         En América, del mismo modo, el “usted” sustituyó al “vuestra merced”, y su uso quedó reservado para el trato de respeto. El “tú” continuó siendo usado para el trato de confianza. Empero, a diferencia de España el uso de “vos” no desapareció, sino que permaneció, pero cambió del trato de respeto al de cercanía. Esto ha permanecido hasta nuestros días.

         Pero… ¿qué tiene qué ver todo esto con la pregunta que encabeza esta nota?.

         Hogaño, existen dos tipos de voseos: el voseo reverencial y el voseo dialectal americano.

         El voseo reverencial, es una reminiscencia del antiguo voseo que se usa bajo ciertas y determinadas situaciones protocolares, es decir de muchísimo respeto. Aún recuerdo las veces en que he jurado como Juez de la República y me ha sido preguntado al tenor del artículo 304 del Código Orgánico de Tribunales: “¿Juráis por Dios Nuestro Señor y por estos Santos Evangelios que, en ejercicio de vuestro ministerio, guardaréis la Constitución y las leyes de la República?”. Como el español se caracteriza por el uso de sujeto tácito, en realidad el interrogador está preguntando: “¿Juráis VOS por Dios Nuestro Señor…?” Las veces que me ha sido hecha esa pregunta yo he estado pensando: “Él está voseando”. Lo mismo he pensado las veces en que he visto por la televisión las ceremonias en que los Presidentes de la República han tomado juramento o promesa a los Ministros de Estado: “¿Juráis o prometéis…?”

         El voseo dialectal americano, también es una reminiscencia del antiguo voseo, pero este tiene lugar en situaciones de cercanía e informalidad. Hay ciertas veces en que este voseo es pronominal (es decir se usa el “vos”) como ocurre en el argentino rioplatense. Sin embargo, otras veces es verbal: es decir se usan formas verbales más o menos modificadas correspondientes a la segunda persona plural: “vosotros”, como ocurre en Argentina, Chile y muchos países de Hispanoamérica, para dirigirse al interlocutor.

         Volvamos a la pregunta del encabezado: ¿Voseamos más los chilenos que los argentinos? La respuesta es categórica: SÍ. Lo que ocurre es que este voseo pudiera no ser detectable ya que en Chile existe escasamente un voseo pronominal, ya que se usa el “tú” en vez de “vos” para dirigirse al interlocutor. Sin embargo, el voseo verbal de los chilenos es mucho más abundante que el de los argentinos.

         A estas alturas usted estará seguramente diciendo: “Pero yo soy chileno y nunca he voseado verbalmente y ninguno de los chilenos con quienes he hablado nunca lo ha hecho”. Esto no es así.

         La mayoría de los españoles que llegaron a Chile eran originarios de Andalucía. El andaluz se caracteriza por la aspiración o supresión de la “S” al final de las palabras. Durante la Colonia, los chilenos voseábamos pronominal y verbalmente. Con el tiempo se produjo una evolución: sustituimos el pronominal “vos” por el “tú”, pero mantuvimos el voseo verbal.

         Me explico mediante ejemplos:

  1. “¿Cómo estáis vos?” evolucionó a “¿Cómo estáis tú?” y por la supresión de la “S” herencia del andaluz y el uso de sujeto tácito propio del español, la expresión devino en “¿Cómo estai?”. ¿Ha hecho alguna vez esta pregunta a un interlocutor? Sepa usted que cuando la ha hecho, ha estado voseando.
  2. “Espero que vos volváis pronto”, evolucionó a “espero que volvai pronto”.
  3. “¿Vos tenéis plata que me prestéis?” evolucionó a: “¿Tení plata que me prestí?”. Acá la evolución implicó no solo la supresión de la “S” sino también de la “E”.
  4. “Vos deberíais hacer más deporte” evolucionó a “deberíai hacer más deporte”.

Las nuevas generaciones han empezado a sustituir el “eres” por el “erí”. Ejemplo: “¿De dónde erí tú?”. Pero en mi época se decía (y yo aún sigo diciendo): “¿De dónde soi tú? O simplemente “¿De dónde soi?”. ¿Está mal dicha esta última frase? ¿Estoy usando la forma correspondiente a la primera persona “YO” (“yo soy”)? No está mal dicho, de hecho es un español chileno muy bien hablado. La frase: “¿De dónde sois vos?” evolucionó a “¿De dónde soi?” por supresión de la “S” herencia del andaluz y el uso de sujeto tácito.

El español argentino –en cambio- tuvo otra evolución: mantuvo la “s” final pero suprimió la “i” intermedia. Ejemplo:

  1. “sois” evolucionó a “sos”.
  2. “tenéis” evolucionó a “tenés”
  3. “volváis” evolucionó a “volvás”, etc..

Los chilenos voseamos en casi todos los tiempos verbales, a diferencia de los argentinos que lo hacen solo en algunos. Los argentinos no vosean en tiempo pretérito imperfecto, los chilenos sí. Un argentino preguntaría: “¿Dónde andabas?” Y un chileno: “¿Dónde andabai?” Los argentinos tampoco vosean en condicional, los chilenos sí. Un argentino preguntaría “¿Serías capaz de lanzarte en paracaídas?” Y un chileno “¿Seríai capaz…?” (El “seríai” viene del “seríais”).

         Los argentinos, vosean, sin embargo en modo imperativo y los chilenos no. Nosotros, dando una orden decimos: “Canta una canción”, “ven un ratito”, “escríbeme más tarde”. Un argentino, diría “cantá”, “vení”, “escribime”. Esta evolución en el español rioplatense se produjo por la supresión o elipsis de la letra “D” final. “Cantad vos” evolucionó a “cantá”; “venid” a “vení”, “escribidme” a “escribime” y así…

         En fin… En otras partes de Hispanoamérica el voseo en tiempo pretérito anterior evolucionó mediante la supresión o elipsis de la vocal “i”, pero se mantuvo la “s” final. Ejemplo: La frase “vos dejasteis” evolucionó a “tú dejastes”. Siendo que la frase tuteante en tiempo pretérito no lleva la “S” final. Ejemplo: tú comiste, tu amaste, tú saliste, tú viniste, tú dejaste. Un dato curioso: hay una famosa canción de reggaetón cuya letra dice: “Tú me dejasteS caer”. ¿Está bien dicha esa frase o es un vulgarismo el agregar una letra “S” en la forma verbal? En el español de Centroamérica está correctamente dicha, pues ellos al usarla están voseando verbalmente, aún cuando hagan uso de “tú” para dirigirse al interlocutor.   A los chilenos nos parece algo inapropiado, pues el voseo en nuestro país no se mantuvo para el pretérito anterior y quedó reservado para lo que muchos llamarían vulgo. No es socialmente aceptado en Chile decir: “¿Ya salistes de casa?” ; lo correcto sería decir: “¿ya saliste de casa?”. Pero debemos tener presente que el “salistes” es una evolución del “salisteis” y en Centroamérica es socialmente aceptado el voseo en el tiempo pretérito anterior; tal como en Chile es socialmente aceptado en tratos informales decir: “¿Cómo estai?” y en el argentino rioplatense decir: “¿Querés comer algo?”.

         En suma, nunca sienta vergüenza de hablar en buen “chileno”. Los idiomas son vivos. Presentan evoluciones en cuanto al tiempo y particularidades muy especialísimas en cuanto a los ámbitos territoriales.

“¿Cachai?”.

Víctor Manuel Santana Escobar

Juez de Garantía de Copiapó

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