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El lamento por una pyme vandalizada en Concepción: “Ya no tengo cómo decirle que no sienta miedo”

Además de los días que tuvo que cerrar y de las bajas ventas de las últimas semanas (porque los emprendedores viven el mes a mes), anoche le rompieron la cortina metálica, apedrearon los vidrios y, aunque pocas, se llevaron algunas cosas.

Unas personas que estaban ahí lograron impedir que esto pasara a mayores (a Carabineros, gracias por nada). Los vecinos de un par de metros más allá no corrieron la misma suerte. Dueños de una franquicia de Cruz Verde, los saquearon por segunda vez. Ellos no abrirán nuevamente, porque no les da y tendrán que finiquitar a sus trabajadores.

Cedida | BBCL
Cedida | BBCL

Justamente ayer conversaba con mi mamá, como lo he hecho durante todo el último mes, para intentar calmarla, bajarle el perfil, que se sintiera segura, que a ella no le iban a hacer nada. Después de esto, no tengo cómo decirle que no sienta miedo.

Es su fuente de trabajo, su sustento, con lo que se está preparando para la vejez. Tiene compromisos con los trabajadores y con clientes, a quienes quiere cumplirle.

Hoy puede seguir adelante. Sin duda se va a reponer, porque sabe que no fue lo más grave que le pudo pasar. Pero no tenemos la certeza de que esto no se repetirá, que no seguirá mermando el esfuerzo de todos estos años.

Y así es como muchos emprendedores en Conce y en otras ciudades están pasando por situaciones similares o peores.

Esta familia no despertó el 18 de octubre, porque llevamos años “despiertos”. Si hay algo de lo que puedo estar orgullosa, es que desde hace varias generaciones no sólo entendemos, empatizamos e incluso hemos vivido los problemas que pasan en este país. También, desde nuestras veredas, trabajamos a diario por buscar soluciones, sin embargo, no me voy a referir a este último punto en esta oportunidad.

Y para que estemos claros, antes de cualquier cosa: condenamos las violaciones a los DDHH, queremos cambios profundos, un Chile más justo y equitativo.

También necesitamos tranquilidad para seguir trabajando. Y aunque en un “mundo ideal” se llegue a un sistema perfecto, algo que seguiremos haciendo es trabajar.

Publicada con autorización, bajo reserva de identidad

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