Un pedófilo de 32 años falleció el pasado 3 de noviembre en prisión, luego de ser condenado a 17 años por abusos y violaciones de menores de edad en Gales. La tesis más aceptada, hasta el momento, es que se habría tratado de un suicidio.
El hombre fue identificado como Jared Perry y cumplía condena en la ciudad de Bridgend. Su deceso fue confirmado el pasado domingo y el miércoles se ordenó una investigación para conocer las circunstancias del deceso.
Perry se había entregado voluntariamente a la policía a comienzos de este año. En ese momento confesó una serie de violaciones y abusos sexuales de menores de edad en el mencionado país. En total fueron cinco delitos contra niños.
Sin ir más lejos, en el juicio se comprobaron ataques sexuales incluso contra menores de un año de vida, los cuales sucedieron en el rango de 10 años.
Según detalló el medio Wales Online, la investigación policial determinó que el hombre había crecido en un ambiente religioso, pero que en la adolescencia se había vuelto adicto a la pornografía y, con el paso de los años, comenzó a abusar de la cocaína.
Debido a esto, en enero pasado el juez dictaminó que el sujeto “representaba un riesgo extremadamente alto para cualquier infante en el futuro”, por lo que estimó una condena final de 17 años de cárcel.
Hasta el momento, se habla que el interno se habría suicidado dentro de su celda. Tras ser descubierto fue trasladado hasta un hospital en Bridgend, donde lo declararon muerto tras unas horas.
Como ya se había dicho, Gendarmería iniciará una investigación para determinar la causa de muerte. La situación sería delicada, debido a que Perry se encontraba bajo custodia dentro del penal, para evitar ataques de parte de otros internos.
Junto con eso se abrió un expediente especial por parte de la Defensoría de Prisiones del País, para determinar cuáles son las falencias de las cárceles, más aún cuando se trata de reos de alta peligrosidad.
Cabe señalar que el cuerpo de Perry ya fue reclamado por su familia. No se entregaron detalles del funeral.