Una nueva alza presentó el catastro de proyectos mineros en ejecución, según dio a conocer el último reporte realizado por el Consejo Minero entre las empresas que conforman el principal gremio del rubro del país.
Según la última actualización, se confirma una tendencia moderada hacia una mayor inversión minera, tomando en cuenta que los proyectos en ejecución, es decir, que están aprobados y cuentan con todos sus permisos correspondientes, suman US$ 17.107 millones, cifra que es un 10% superior a la vista hace un año atrás, cuando el monto se encontraba en US$ 15.557 millones.
La variación se explica por la aprobación de varias iniciativas que se encontraban en estado de evaluación, pero que el año pasado avanzaron en sus cronogramas y fueron aprobadas por parte de los directorios de las empresas.
Este fue el caso de proyectos como Infraestructura Complementaria de Pelambres (US$ 1.300 millones), Explotación de Recursos Norte de El Teniente (US$ 412 millones) y la instalación de un tercer espesador de relaves en Collahuasi (US$ 120 millones), a los que se suma la expansión del suministro de agua de Minera Escondida, por US$ 535 millones.
En total, se trata de 13 iniciativas que se encuentran en distintas fases de construcción y que se pondrán en marcha entre este año y 2023, en que destacan varios de los proyectos estructurales de Codelco.
Según explican desde el Consejo Minero, serían dos las razones fundamentales de fondo tras esta segunda alza consecutiva del listado: por una parte, las proyecciones de un precio del cobre más estable, y por otra, el mayor interés de parte del Gobierno por racionalizar la autorización de proyectos de inversión.
“En esto último vemos que está jugando un rol importante la Oficina de Gestión de Proyectos Sustentables del Ministerio de Economía, junto con un mayor apoyo del Ministerio de Minería en el impulso del sector”, asegura Joaquín Villarino, presidente ejecutivo del Consejo Minero.
Asimismo, destaca que la ejecución de estas iniciativas significarán la creación de miles de puestos de trabajo durante la etapa de construcción y algo menos en la etapa de operación, “pero con empleos estables y muy bien remunerados”, lo que se suma a la actividad económica que crean estos proyectos en aquellos lugares donde se sitúan.
No obstante, la lista de iniciativas en evaluación -aquellas que tienen su proceso ambiental en desarrollo o concluido, pero sin aprobación de la inversión- enciende una luz de alerta.
Ese grupo de proyectos alcanzó los US$ 35.731 millones, cifra menor en un 5% a la medición anterior, que se explica por los proyectos que pasaron a la etapa de ejecución. Si bien esto es positivo, está matizado por el hecho de que no han surgido nuevas iniciativas en esta etapa más temprana de desarrollo.
Es este punto el que preocupa, porque si bien las mineras han decidido llevar adelante proyectos que tenían en sus carteras de inversión, aún no dan el paso de incorporar nuevas iniciativas.