El bailarín José Aravena tuvo una buena participación en la tercera temporada de Rojo en 2003, llegando a la gala final del espacio. Su carrera parecía estar en ascenso, pero todo se derrumbó, en 2013 fue diagnosticado con VIH y ahora lucha contra una extraña enfermedad.
En conversación con el programa Intrusos, Aravena indicó que sufre de leucoencefalopatía multifocal progresiva, la cual ha ido debilitando su organismo hasta dejarlo en silla de ruedas y dificultarle mucho el habla.
De acuerdo al centro National Organization for Rare Disorders de Estados Unidos, se trata de una infección producida por un virus que ataca las paredes que protegen la sustancia blanca del cerebro.
Esta situación hace que las personas vayan, progresivamente, perdiendo sus capacidades motoras, comprometiendo la capacidad de hablar, articular movimientos con los brazos y caminar. Se considera degenerativa del cuerpo.
En la conversación el bailarín indicó que actualmente está sometido a un tratamiento, aunque no aclaró si es quimioterapia o inmunodepresión, el cual lo tiene desgastado.
“Es una lucha cansadora, muy cansadora pero que vale la pena. A veces estoy en mi pieza y lloro mucho, pero no importa, me pregunto por qué (me pasó) a mí”, indicó.
No obstante, una de las cosas que más le han dolido a José es el supuesto abandono que ha tenido por parte de sus amigos y excompañeros de Rojo.
“Mis amigos me dejaron botado, todos, del barrio hay una (que me visita) de la tele, nadie”.
A eso agregó: “De Rojo se olvidaron de mí, pero no vale la pena (…) nunca pensé que mis amigos me iban a dejar botado, los de allí”.
Por último, Aravena reconoció que su principal anhelo es volver a caminar: #mi sueño es caminar, ser independiente, lo único que quiero es caminar”. Al mismo tiempo de afirmar que quiere regresar al mundo del espectáculo.
