Este domingo el animador Francisco Saavedra lanzó la segunda edición de su libro Lugares que hablan, donde relata sus aventuras en el programa del mismo nombre.
En la Feria de Autores de Santiago, el conductor aprovechó la ocasión para contestar a las críticas que suele recibir por parte de tuiteros animalistas, quienes cuestionan a la producción por mostrar supuesto maltrato animal.
“Gente que me escribe en Twitter para reclamar por esos pobres bueyes que sufren mientras suben unos troncos por un cerro. Algunos animalistas, a quienes respeto mucho, exacerban y no entienden la realidad”, señaló en la ocasión, según consignó Las Últimas Noticias.
“Es mucho más cómodo tuitear desde la tranquilidad de tu casa que vivir en la punta de un cerro sin internet y sin los recursos que tienen en las distintas capitales de Chile”, añadió.
No conforme con esto, el comunicador se explayó sobre el tema. “De pronto me revientan con mensajes de pobrecitos los animales y ¿sabes qué? Yo invito a toda esa gente a darse una vuelta y que estén una semana viviendo en las mismas condiciones que esas personas. Te juro que hasta ahí les llega esa forma de pensar o al menos empatizarían con ellos”, explicó al diario nacional.
“Es gente que su único medio de transportar leña es a través de unos bueyes y que se alimentan de sus animales. Entonces ¿cómo lo hacen para vivir? ¿se tienen que morir de hambre? Por eso Twitter cada vez lo estoy pescando menos. Lo uso para revisar noticias y veo cuáles son las tendencias para saber qué está pasando en Chile, y el resto, chao”, añadió.
Para ilustrar el tema, dio como ejemplo el caso de Tika, una perrita abandonada en un islote deshabitado en Quellón, Chiloé. Tras mostrar el caso en el programa, el público creó una cruzada solidaria para darla en adopción.
“Una señora en la calle un día me paró. ‘Estoy muy enojada contigo. ¿Por qué no hiciste nada por la perra Tika?’, me dijo. Y ¿sabes qué? Primero no soy Lindorfo (Jiménez). Segundo, no tengo por qué no creer lo que me dicen los pescadores. La perra Tika estaba abandonada en una isla y los pescadores no se la querían llevar al pueblo porque cuando lo hicieron, la perra les comió todas sus gallinas. ¿Qué hicieron? Se la llevaron de nuevo a la isla y día por medio le iban a dejar una bolsa de alimentos. Quizás no era la mejor forma, pero era la manera que tenían para alimentarla”, explicó el animador.
Gracias a la campaña, la perrita fue adoptada por una familia. “Después vi una foto de la perra Tika con un gorrito que me generó un poco de contradicción. ¿Dónde será más feliz esa perra? ¿Libre en ese lugar o en una casa llena de controles?”, cuestionó Saavedra.
Fuente: BioBioChile