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Vecinos del sector bajo del río se reúnen con autoridad y solicitan apoyo en solucionar problemas aluvionales

Desde septiembre del 2017 dirigentes y habitantes de las zonas afectadas han estado trabajando en conjunto con la empresa que realizaría las obras de mitigación. Nuevamente en diciembre se reunieron, pero no se incluyeron las observaciones de los requerimientos que los vecinos habían indicado.

Los vecinos aprovecharon la ocasión de exponer la problemática que hay con algunos caminos interiores que aún no son reparados post aluvión.

El informe técnico debía estar listo para marzo, según se informó recién podrán saber que lugares se deben intervenir a partir de noviembre de este año, noticia que no agradó a los pobladores.

Seremi anunció que se están instalando puente mecanos en sector San Pedro y Piedra Colgada como medida de mitigación en la crecida del río.

El pasado 26 de enero dirigentes y pobladores de las juntas de Juntas de Vecinos de Piedra Colgada Norte, Valle Fértil, Dos Hermanas y la Copa, más la participación de la junta de Vecinos de Hacienda San Pedro realizaron el corte de la carretera entre Copiapó y Caldera. Portaban pancartas, banderas chilenas y negras bajo la consigna “no permitiremos ser zona de sacrificio aluvional”, debido que no se había tomado en consideración ninguna observación del proyecto de recuperación del cauce del río, propuesto por la autoridad anterior.

En la oportunidad, uno de los voceros, Pedro Vega, presidente de la Junta de Vecinos del sector Dos Hermanas y Vocero de la Coordinadora de Organizaciones Sociales de los sectores bajos del Rio Copiapó, fue claro en indicar que las autoridades no los habían tomado en cuenta en lo relativo a las obras de mitigación y que la problemática continuaría porque podrían ser expertos, pero quienes viven en el sector son ellos.

Tras el cambio de gobierno y la llegada de una nueva autoridad regional al Ministerio de Obras Públicas de la región, se retomaron las conversaciones con la autoridad regional y se realizó una reunión donde no sólo estuvo presente el Seremi del MOP, Alfredo Campbell sino que el equipo técnico del servicio.

“Estamos preocupados porque pasa el tiempo y nuestra situación sigue estancada”, dijo Pedro Vega, tras salir del encuentro y agregó: “la fecha de entrega del proyecto para comenzar a trabajar en la caja del río era en marzo y ahora nos enteramos que será en noviembre, es decir tendremos nuevamente que pasar otro invierno asustados y los informes meteorológicos indican que la próxima semana hay probabilidad de precipitaciones en la región”.

De igual modo, uno de los dirigentes de AGRIPARCRI, Guillermo Daviu mencionó: “Vivo en el sector de San Pedro y no sólo nos hemos inundado por la crecida del río, sino que también por las bajadas de quebradas. Hemos perdido nuestras viviendas, animales y siembras en el año 2015 y 2017, por lo tanto no se trata sólo de reunirnos y escuchar propuestas, sino que necesitamos que la autoridad comience a dar respuesta concreta a nuestras demandas, es nuestra vida la que está en jaque”.

En la reunión estuvo presente la Dirección de Hidráulicas y vialidad, quienes explicaron que el río se debe ensanchar a 120 metros, sin embargo la principal problemática es que antes se debe esperar que esté disponible el estudio y luego debe pase al departamento de medio ambiente y eso puede demorar hasta dos años.

“se nos propuso que conversáramos con cada vecino desde el sector de Toledo, Piedra Colgada norte y sur, Chamonate, San Juan, Dos Hermanas, San Pedro, Serranía Poblete y sector de La Copa a la altura del peaje, para que den la autorización e ingresar a realizar trabajos de mitigación, pero quedamos igual, porque al no tener el estudio desconocemos en que sector se expropiará y cual no, en donde se debe enanchar y en qué sector no es necesario realizar nada”, indicó Silvana Trigo, secretaria de AGRIPARCRI.

AUTORIDAD RECORRIÓ LA ZONA

Si bien es cierto, los dirigentes y vecinos no quedaron muy tranquilos con la respuesta recibida por parte de la autoridad, pero de igual forma salieron a recorrer los sectores más críticos, con el objetivo que el seremi viera en terreno su realidad.

Uno de los lugares más complejos es el sector de la copa, a unos 100 metros del peaje Copiapó- Caldera, donde los aluviones inundaron parcelas y en algunos casos algunas familias quedaron aisladas: “Es primera vez que veo que la autoridad está en el sector y ojala que esto sea el inicio y el término de una problemática que nos aqueja hace años. Se han realizado trabajos en Tierra Amarilla, Paipote y en el sector del puente Talcahuano, en Copiapó y nosotros seguimos a la deriva”, mencionó Adolfo Bañados, uno de los dueños de una parcela, quien además mencionó: “

En ese mismo sentido, el seremi de MOP Atacama, Alfredo Campbell señaló que se les ofreció una medida de mitigación mientras se entrega el informe técnico: “para no esperar meses les he comentado a los vecinos que se puede ingresar algunas parcelas y comenzar a trabajar en ensanchar el río y eso requiere un trabajo en conjunto. Pero, además ya estamos trabajando en un puente mecano en el sector de San Pedro y luego en Piedra Colgada, la idea es dar mayor seguridad de tránsito a las personas en el caso que venga una crecida del río”.

Otro de los temas expuestos durante la reunión fue la gran cantidad de caminos interiores que están en mal estado después del 2015, al respecto el Seremi del MOP, anunció que hay un compromiso de mejorar algunas rutas: “Hemos informado a los pobladores que a partir del segundo semestre abordaremos el mejorar los caminos en el sector”.

La inclemencia del tiempo ha ocasionado serios daños en gran parte de la región de Atacama, principalmente por precipitaciones generando el desborde de ríos, quebradas y con ello la pérdida de puentes, anegamientos de caminos, daños en viviendas, cortes de conectividad vial, falta de suministro de agua potable y electricidad, personas damnificadas e, incluso, aisladas.

Es por esto que, los vecinos Los de la salida norte de Copiapó no quieren volver a vivir el dramático panorama que debieron enfrentar el 2015 y 2017, que en algunos casos hubo destrucción total o parcial de sus casas y pérdidas de plantaciones y animales. Un panorama desolador que sin lugar a dudas hay que evitar que se vuelva a repetir.

 

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