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Estudio realizado por la CChC a partir de datos de la Casen 2015: 8 mil viviendas sociales es el déficit habitacional en la región de Atacama

De ese total, 4.149 son requerimientos por allegamiento (51%) y 4.012 por deterioro (49%) de las viviendas.

En el desagregado de algunas de las ciudades de la región, el déficit habitacional por interés social con respecto al total de viviendas de cada localidad analizada, alcanzó el 8% en Copiapó (4.865), el 12,5% en Vallenar (1.987) y el 7,8% en Chañaral (337).

8 mil 161 viviendas sociales es el déficit habitacional en la región de Atacama, lo que representa el 1,9% del requerimiento a nivel nacional, es el resultado dado a conocer por la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) en el Balance de la Vivienda Social y Entorno Urbano 2017, estudio realizado a partir de los datos de la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (Casen) 2015, publicada el año pasado por el gobierno.

“Una de las principales preocupaciones de los chilenos es la casa propia, a lo que se suma en los últimos años la importancia de un entorno urbano de calidad, por lo que la entrega de este estudio va en línea con apoyar políticas públicas que puedan ir siendo cada vez más óptimas y focalizadas para responder las necesidades de los grupos más vulnerables de la región”, comentó Juan José Arroyo, presidente de la CChC Copiapó.

En el caso de Atacama, los requerimientos por allegamiento (unidades habitacionales donde habita más de un núcleo familiar) y por deterioro (viviendas que no cuentan con las condiciones mínimas de habitabilidad, por lo que deben ser repuestas), son prácticamente parejos, siendo 4.149 en el primer caso y 4.012 en el segundo.

El informe también entrega el déficit de algunas de las ciudades de Atacama, arrojando para el caso de Copiapó 4.865 unidades (lo que representa el 8% con respecto al total de viviendas), para Vallenar 1.987 (12,5%) y Chañaral 337 (7,8%).

Entorno urbano

“Tomando en cuenta que en las últimas décadas se ha avanzado mucho en reducir el déficit de viviendas para los deciles de menores ingresos en el país, hoy los desafíos también pasan porque existan estándares urbanos mínimos de habitabilidad, esta es una dinámica que está en línea con el desarrollo de la sociedad y donde se debe trabajar con mucha fuerza en Atacama”, explicó el presidente de la CChC Copiapó.

En este sentido, en el Informe se agregan cuatro variables que analizan el entorno urbano: infraestructura, sanidad, equipamiento y seguridad. Para el caso de la comuna de Copiapó, se llega a la conclusión de que 1 de cada 4 habitantes (23% de la población) vive en un entorno urbano que no es óptimo.

Los indicadores que presentaron mayores complejidades (estos resultados son en base a la percepción de las personas), fueron sanidad del entorno, es decir, parte de la población que está expuesta a problemáticas medioambientales; y seguridad, es decir de que existe una alta sensación de estar expuestos a complicaciones de este tipo.

Evolución de la vivienda y planos reguladores

Según un estudio de Techo, Atacama es una de las regiones donde más ha crecido el número de campamentos, subiendo de 45 en 2016 a 62 en 2017. A esto se suma la evolución en cuanto al promedio general de la población de metros cuadrados que busca en una vivienda (en 2002 eran 45 m2 y en 2016 64 m2) y también a que el núcleo familiar por unidad habitacional ha ido disminuyendo (actualmente se cuenta en 3,1 personas).

Esta realidad que enfrentan tanto la vivienda pública como la privada (y la semi-subsidiada), según la Cámara Chilena de la Construcción, debe ir en línea con una política sobre la proyección del territorio y disponibilidad de suelo, más aún en un contexto en que se están actualizando los Planes Reguladores de las comunas afectadas por los aluviones de 2015 y 2017.

“En la región se debe garantizar la disponibilidad de suelo para la construcción de nuevas viviendas subsidiadas, con un entorno urbano propicio y para eso es muy relevante que los instrumentos que permiten la proyección del territorio tengan que estar actualizados, como son los planes reguladores, esto es fundamental para pensar en los nuevos requerimientos habitacionales y poder darles respuesta, tenemos que alargar los proyecciones con que se trabaja actualmente”, analizó Arroyo, quien además comentó que al 2052, según proyecciones de crecimiento de la población, se necesitarían alrededor de 45 mil nuevas viviendas tanto públicas como privadas (las que se suman a las 109 mil que existen actualmente) y se necesita prever el espacio donde éstas puedan ubicarse.

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