El 17 de julio 1884 se aprobó la ley de lo que hoy llamamos Servicio de Registro Civil e Identificación, nuestra labor era clara: estar a cargo de las inscripciones de nacimiento, matrimonio y defunción. Fue así como los primeros días del año siguiente ya teníamos oficiales civiles a cargo de esta importante tarea.
Transcurrido el tiempo, el trabajo se ha multiplicado. Esta institución está a cargo de 23 registros, tan variados como el Registro de Vehículos Motorizados, Registro de Personas Jurídicas sin fines de Lucro, Posesiones Efectivas, entre tantos otros. Además estamos a cargo de documentos tan importantes como la cédula de identidad y el pasaporte.
Y los desafíos continúan. Uno de ellos es aumentar la interoperabilidad para la transferencia de información con los diferentes organismos del Estado, para que no sea necesario el envío de datos de una institución pública a otra.
En nuestra región, el Servicio está conformado por 61 funcionarios y funcionarias, distribuidos en 16 oficinas y suboficinas, más la Dirección Regional.
Son un grupo de personas comprometidas con su labor que ha logrado -junto al apoyo de todos los y las integrantes de la entidad- sacar adelante proyectos de modernización como: “Civilmóvil”, Apostilla, Transbank, nueva Oficina Tierra Amarilla, entre otros.
Destacar además otro proyecto que se implementaría en los próximos meses en la región, que es la instalación de los Civil Digitales en puntos estratégicos de la ciudad de Copiapó.
Por otra parte, es importante destacar que somos uno de los pocos países de la región –junto a Costa Rica y Uruguay- que hemos alcanzado la inscripción universal de nacimiento. Cuestión que es fruto de un esfuerzo permanente y que refleja un organismo público sólido y reconocido por esta importante labor.
Ejemplo de lo anterior, son las 4.110 inscripciones de nacimiento que se realizaron en nuestra región el año pasado, que en la última década suman 47.458 inscripciones.
Tener tanta claridad en las cifras de nacimiento facilita enormemente un sinfín de procesos vinculados a la salud, educación y protección que el Estado debe darle a sus habitantes. Por esta razón estamos orgullosos de contribuir a diario con tan noble tarea, que es un ejemplo palpable del aporte que con cariño y motivación realizan los funcionarios y funcionarias del Registro Civil.
