El pasado sábado 17 de diciembre, en el frontis de la Casa de las y los Trabajadores en El Salvador, sede de la Confederación de Trabajadores del Cobre en el territorio, se realizó el lanzamiento del disco “Oír Nuestra Voz”. Proyecto que nace como idea y es ganado por la CTC y su Departamento de Cultura para jóvenes cantantes de la zona, el que fue financiado en parte por el Instituto Nacional de la Juventud (INJUV) y gestión propia de la organización.
El objetivo de “Oír Nuestra Voz”, fue el de promover a diecisiete jóvenes cantantes de El Salvador, Diego de Almagro y Chañaral, zona minera por excelencia y que se encuentra totalmente aislada de actividades culturales. Los artistas, a través de diferentes estilos musicales, plasmaron en un CD su inquietud y malestar que vemos en el Chile actual.
Las clases se impartieron gratuitamente en la Casa de los Trabajadores de El Salvador (sede CTC) en calle Atacama #105, contando con movilización para los artistas de Diego de Almagro. Este proyecto consta de tres etapas: Clínicasmusicales, la Grabación de un disco y finalmente se está trabajando en el levantamiento de un canal de difusión para mostrar el seguimiento de esta obra, y que cada participante muestre sus propios trabajos.
Juan Ignacio Díaz Miranda, profesor de música a cargo del proyecto, manifestó que este fue un proceso nuevo para todos los que trabajaron de este proyecto “como músico nunca había trabajado en todos los ámbitos de la grabación de un disco, entonces fue algo muy desconocido. Los tiempos eran demasiados estrechos, los que estipulaba el INJUV, así que fue bien intenso, trabajando a pulso para hacer un disco en poco tiempo y con un sonido muy profesional. Fue un aprendizaje gigante, en cuanto a cómo hacer proyectos, hacer clases, a la grabación, para luego finalizar en el lanzamiento de este sábado, evento que fue muy especial por todo lo que significa e implica tener: Escenografía, recibir y movilizar a las bandas, un excelente sonido, etc. Fue un proceso bien largo y bastante difícil, pero estamos muy contento en poder sacar la voz de la gente de El Salvador, Diego de Almagro y Chañaral”.
“Cuando me invitaron a participar me dijeron que era para artistas locales y eso fue lo que más me gustó, que es para nosotros mismos, nunca se nos toma mucho en cuenta y menos para realizar un disco con una calidad profesional. Diecisiete artistas llegaron a destino con su canción, debo felicitar además la disponibilidad que tuvieron todos los cantantes, quienes estuvieron totalmente dispuestos a trabajar tanto en Diego como en El Salvador, todos muy dispuestos a seguir trabajando y ver como seguimos con este hermoso proyecto”. Resaltó Juan Ignacio Díaz Miranda.
María José Ochoa, dirigente del Sindicato Trabajadores Aramark (El Salvador) y encargada de ejecución y coordinación del Proyecto, dijo que “Los participantes fueron jóvenes trabajadores y estudiantes de esta comuna, quienes con una vida llena de sueños y perspectiva de la actualidad fueron capaces de demostrarlo en sus propias creaciones musicales. La obra, dio a los artistas del territorio la oportunidad libremente de expresarse, de poder ser parte y contribuir en el futuro de este hermoso país, en la cultura, en donde sentimos Nuestra Voz enmudecida y nuestros sueños destruidos. Si hoy alzamos Nuestra Voz es porque nos damos cuenta de todas las falencias que vemos y vivimos a diario desde la vereda de enfrente. Somos jóvenes, somos el presente y futuro de Chile, y esta obra musical lo demuestra”
“Comenzamos la difusión de este proyecto a través de las redes sociales, y físicamente en El Salvador y Diego de Almagro. Poco a poco comenzó la inscripción de grandes talentos, quienes trabajaron con nuestro Profesor de Música, Juan Ignacio Díaz Miranda, en clínicas musicales, prestando su conocimiento profesional en distintos aspectos relacionados a la composición, pistas, afinación vocal, etc. Luego, siguiendo el orden de la obra sonora, comenzamos con la grabación de las canciones, proceso que estuvo a cargo José Brevichett Apala, quien en su estudio de grabación, en Diego de Almagro, trabajó con cada uno de los beneficiarios, en cada detalle de las canciones, finalizando en la masterización lista para ser grabada. Ahora ya con nuestro disco en mano podemos decir lo logramos, ahora todos Oirán Nuestra Voz”.
Por último, la encargada de ejecución y coordinación del Proyecto agradeció a los que permitieron la realización de esta obra musical “primeramente a la CTC por dar la oportunidad de postular a este fondo, ahora por su tiempo, trabajo y disposición a: Gloria Konig, encargada de cultura; Juan Ignacio Díaz Miranda, licenciado en música; José brevichett, sonidista; y Jhonny Arancibia, diseñador. Y un saludo muy especial a cada uno de los jóvenes integrantes de este disco, por su profesionalismo y dedicación. Estoy muy orgullosa de esta bella oportunidad y ahora a seguir con la difusión por nuestro canal en Youtube, pronto subiremos videos”.
En tanto, Ana lamas, directora nacional de la CTC y presidenta de la Federación de Sindicatos de El Salvador (Fesal), fue enfática en recalcar que “siempre se piensa que una organización sindical está llamada, casi exclusivamente, a luchar por motivos reivindicativos, generalmente económicos, a movilizarse frente a los abusos de los empleadores y a conquistar nuevos derechos para la clase trabajadora. Pero muchas veces nos olvidamos que, desde sus inicios históricos, el movimiento sindical en Chile estuvo siempre ligado a la cultura. Hay que recordar que Luis Emilio Recabarren, padre del sindicalismo chileno, fue esencialmente un educador de masas, un gran impulsor del desarrollo cultural de los trabajadores, y, profundamente convencido de que el desarrollo de la clase pasa por cultivar la conciencia y el saber, creó periódicos, dio charlas, dictó conferencias, escribió libros, organizó grupos de teatro, y promovió, en general, la idea de que la educación y la cultura son derechos fundamentales del ser humano”.
“La CTC desde sus inicios se planteó el propósito de luchar por el desarrollo integral de los trabajadores, y a pesar de la intensidad de la lucha reivindicativa, hace mucho tiempo que está trabajando por rescatar nuestros valores históricos y culturales. Es por eso que presentamos el trabajo de un grupo de artistas, 17 jóvenes músicos de El Salvador, Diego de Almagro y Chañaral, entre ellos dos bandas, 1 dúo y 10 solistas, que han desarrollado el valioso trabajo y que podemos mostrar orgullosamente a ustedes. Se trata de un disco que tiene un tremendo valor artístico, pero que, además, abarca una temática que va a significar, sin ninguna duda, un aporte concreto al desarrollo de la conciencia social que nuestra organización tanto valora. La memoria, la historia del futuro la construimos hoy y será nuestro legado que dejaremos a los que vienen, un canto diverso, creativo y con sentido de pertenencia. Es, en el fondo, una forma de lucha, y en ese sentido podemos decir que estos jóvenes son grandes artistas, pero también son grandes luchadores sociales” Recalcó Ana Lamas.
Por último, Manuel Ahumada, presidente de la Confederación de Trabajadores del Cobre, enfatizó que el proyecto Oír Nuestras Voces fue un gran desafío para la organización “como CTC queremos estar constantemente promoviendo la cultura. Queremos que muchos más jóvenes puedan expresar, a través de distintas formas artísticas, sus sentimientos, sus derechos, su diario vivir en los territorios mineros, demostrando nuestra identidad, la que muchas veces no se ve y tampoco es escuchada. Toda la estructura entiende la cultura como una herramienta fundamental para el movimiento sindical y la consciencia de clases. Por último, quiero felicitar a cada uno de los que hicieron posible este hermoso trabajo, al equipo profesional, técnico, y a todos los artistas que pusieron su arte a disposición para que todos nosotros podamos escuchar este excelente trabajo musical”.
Fuente: confederaciondelcobre
