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P. Juan Pedro Cegarra asume cono párroco en Santísima Trinidad de Copiapó

Sacerdote español vuelve a la diócesis y acompañará a la comunidad parroquial de Punta Negra

El templo parroquia Santísima Trinidad de Copiapó se encontraba lleno de fieles que se reunieron para celebrar la eucaristía en la que el p. Juan Pedro Cegarra asumiría como párroco, este domingo 11 de diciembre.

La misa fue presidida por el Vicario General, P. Alejandro Castillo, acompañado de sacerdotes y diáconos. En esta celebración se leyó el acta de erección de la centenaria parroquia. Después de la homilía, el p. Juan Pedro renovó sus promesas sacerdotales ante la comunidad y recibió de parte del Vicario general las campanas de la Iglesia, el confesionario, los libros parroquiales, la pila bautismal, y el sagrario.

 “El párroco ha de ser auténtico discípulo misionero de Jesús”

En la homilía, el P. Alejandro se mostró alegre por esta vuelta del P. Juan Pedro a la diócesis, destacando su energía, su entusiasmo, su capacidad de reflexión y acción. También insistió en la responsabilidad de toda la comunidad en la tarea de la evangelización, y en la colaboración con el párroco. Concluyó señalando que “el párroco ha de ser un auténtico discípulo misionero, incansable en el anuncio de la buena noticia de Jesús a los pobres y animador de la diversidad misionera. Que el P. Juan Pedro pueda acompañar la vida de esta parroquia, especialmente en la búsqueda de los alejados”.

 Que no se pierda ninguno de los que me has confiado”

En la parte final de la celebración, tomó la palabra el P. Alejandro para agradecer en nombre del Obispo y del presbiterio, el servicio del párroco saliente, el P. Guido Castagna, subrayando su permanente buena disposición y disponibilidad. A su vez, el P. Guido agradeció el cariño y lo compartido con la comunidad en estos cuatro años en que fue párroco, y dijo que no se despedía, pues era vecino, en referencia a su parroquia de Tierra Amarilla, contigua a la de Punta Negra, y reiteró su compromiso de colaboración. Por último, el p. Juan Pedro saludó a la asamblea, haciendo recuerdos de su anterior estadía en la diócesis. Dijo que tenía los mismos sentimientos de Jesús, al decir: “Que no se pierda, Señor, ninguno de los que me has confiado”, y “Los llamo amigos, porque les he dado a conocer lo que el Padre ha hecho en mí”.

 

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