Los problemas en la inscripción de las primarias oficialistas provocó fisuras en la relación de las timoneles del PS y la DC, ambas consideradas cartas para las elecciones de 2017.
Un abrazo espontáneo se dieron el miércoles, al interior de la sala del Senado,Isabel Allende y Jaime Quintana. Los timoneles del PS y el PPD se acababan de enterar de la decisión del Tribunal Calificador de Elecciones (Tricel) de revertir la resolución del Servel que les había impedido inscribir las candidaturas a primarias de la Nueva Mayoría para las elecciones municipales.
El gesto reflejaba el término de una tensión que duró casi tres semanas, desde que el 21 de abril la directora (s) del Servel, Elizabeth Cabrera, declaró fuera de plazo la inscripción del conglomerado, argumentando que no estaban presentes todos los timoneles -Allende llegó casi un cuarto de hora después de la medianoche-, y que duró hasta este miércoles cuando el Tricel falló que “la interpretación” que hizo Cabrera “excede el contenido de la norma” y “debe ser corregido”.
Aunque el fallo del Tricel generó un gran alivio para el sector, al torcer la mano del Servel, el episodio dejó esquirlas al interior de la Nueva Mayoría, principalmente entre Allende y su par de la DC, Carolina Goic, quien al igual que la timonel PS, desde que asumió a cargo de la falange el 2 de abril, es vista por algunos como una potencial carta presidencial.
En la conferencia de prensa que citaron el miércoles los presidentes -una vez conocida la resolución del Tricel-, el presidente del Partido Comunista, Guillermo Teillier, sinceró, aunque sin identificar a los protagonistas, la distancia que tuvo en un inicio la DC ante la decisión de acudir al Tricel, opción que en un inicio asomaba como único salvavidas para quienes, como Allende, habían pagado los principales costos de imagen. Esto, tras una serie de rechazos del Servel a los requerimientos de la Nueva Mayoría.
“Algunos insistieron más que otros en acudir al Tricel, todos tuvimos dudas de qué hacer o qué no hacer, pero finalmente creo que se impuso lo que había que hacer” señaló Teillier. Mientras el diputado pronunciaba esas palabras, a su ladoGoic estrechaba el brazo de Allende, en un gesto que algunos interpretaron como un reconocimiento de su parte, y que fue tibiamente respondido por Allende. Esto, pese a que el término de la conferencia se sellaría con un abrazo entre ambas.
Fuente: Tele13
