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Taller destaca la incidencia de los Planes Reguladores en la calidad de vida de una comuna

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Organizado por la Cámara Chilena de la Construcción Copiapó, en la actividad participaron autoridades y profesionales de municipalidades distintas municipalidades de Atacama.

La catástrofe que se vivió en marzo de este año, dejó en evidencia la débil planificación territorial que existe en Atacama, con ciudades que han crecido inorgánicamente, particularmente después del llamado “boom minero”, que atrajo una importante dinámica migratoria. Un ejemplo de esto es que de las 9 comunas de la III región, 3 no cuentan con Plan Regulador Comunal (PRC) y de las que tienen, la vigencia de estos instrumentos de planificación data de varios años, como el caso de Vallenar que tiene un PRC de 1982, y también de Copiapó, que a pesar de que su población creció en más de un 20% en la última década, mantiene aún el de 2002.

Tomás Riedel, Jefe de Estudios Urbanos y Territoriales de la Cámara Chilena de la Construcción, quien dictó un taller sobre instrumentos de planificación territorial en Copiapó enfocado en concejales y profesionales de municipalidades, comenta la relevancia que tiene un Plan Regulador para los habitantes de una determinada zona, pues “uno bien hecho es capaz de mejorar la calidad de vida y uno malo puede poner problemas serios en la habitabilidad de las personas o en restringir los potenciales de desarrollo de una comuna”.

Así, el tema empieza a adquirir una importante visibilización y prioridad en la zona, tomando en cuenta que el Ministerio de Vivienda ha comentado que utilizará las atribuciones especiales que le otorga el artículo 27 de la Ley de Sismos y Catástrofes (promulgada a raíz del 27-F), que lo faculta a actualizar en forma expresa (dos años) los Planes Reguladores y para lo cual se destinarían 850 millones de pesos.

“Hay que aprovechar la oportunidad producto de la catástrofe para actualizar los PRC, es muy necesario por cómo están creciendo las ciudades. El mismo expositor, los participantes de esta actividad, hablaban de los problemas que tenemos en Copiapó: una ciudad estrecha, con construcciones antiguas y con grandes dimensiones de terreno, podríamos tener una planificación distinta”, sostiene Rosa Ahumada, Concejal de la comuna de Copiapó.

Por su parte, Yerko Villela, Presidente de la CChC Copiapó, dice con respecto al llamado a licitación de Planes Reguladores de las 5 comunas afectadas por los aluviones, que es “algo positivo”, porque pone de manifiesto la importancia del ordenamiento territorial, “algo que lamentablemente ha estado en segundo plano en Atacama”, indica. “Por lo mismo, nuestro espíritu será seguir colaborando, incluso nos hemos ofrecido para mediar la relación que se tiene dar entre el Minvu y las municipalidades por la promulgación de estos planes”, sostiene.

Alcances y propuestas

Tomás Riedel explicó en la charla que los Planes Reguladores están construidos en razón de mitigar y restringir los conflictos que se pueden dar por los distintos usos de suelo, compatibilizar la relación entre industrias, viviendas o equipamiento, ordenando una determinada comuna, pero también advirtió que estos instrumentos tienen alcances, que es importante conocerlos, para no generar falsas expectativas.

Por lo mismo, el experto destacó lo importante que haya una participación ciudadana activa, ya que uno de los plus de los PRC, “es que generan certeza, en la medida que son informados a la comunidad, porque tú sabes qué se va a hacer en tu ciudad y, por otro lado, el sector privado o el inversionista, también tendrán claridad”.

En este sentido, para Riedel una buena planificación de una comuna, debe integrar dos variables: por un lado, que fije una visión de lo que quiere una ciudad a 20 o 30 años más; y, por otro, un continuo seguimiento y levantamiento de información que permita ir haciendo modificaciones al instrumento de acuerdo a las dinámicas que se vayan produciendo. “Ojalá no se modificara más allá de 5 años, que ya es mucho”, precisa.

Específicamente sobre el tema de la inclusión de áreas de riesgo, la opinión del Jefe de Estudios Urbanos y Territoriales de la CChC, tomando en cuenta lo que sucedió en Atacama y Coquimbo, es que “no se debería dejar de construir por eso, sino que se deben conocer los riesgos, incluirlos en la planificación, hacerse cargo de ellos y tener medidas que los permitan manejar, entre los que están informar a la ciudadanía y generar mitigaciones, pues hay millones de soluciones técnicas, en las cuales Chile ha avanzado mucho, que ayudan a compatibilizar el uso del territorio con el manejo de los posibles riesgos”.

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