Ante el menor precio del cobre, tanto las pequeñas como las medianas mineras recortan la producción
Enami proyecta compras de concentrados y distintos productos mineros un 35% menores a las del año pasado. La estatal estima que este ejercicio solo adquirirá unos US$ 744 millones, versus los US$ 1.136 millones de 2014. La baja del precio del cobre induce a las mineras medianas y pequeñas a rebajar su producción, puesto que este segmento de empresas enfrenta los mayores costos de la industria, cercanos a US$ 2,60 por libra. Esto es muy por sobre el actual valor del metal.
Enami entrega crédito a la pequeña minería -conocido como precio de sustentación, que se aplica cuando la cotización de mercado es inferior al valor de referencia fijado por el Ministerio de Hacienda- que cubre hasta 30 centavos de dólar cuando el precio del cobre baja de US$ 2,90 por libra. Hace algunos meses se agregaron otros 10 centavos. En el caso de la mediana minería, este mecanismo solo cubre 10 centavos, por lo que este segmento es el más afectado de la industria y en el que se producen los mayores recortes.
Menos inversiones
La cartera de inversiones de la mediana minería sufrió un recorte de 37% en el último año. El ejercicio pasado, este sector planeaba seis proyectos que sumaban inversiones por US$ 3.273 millones para el período comprendido entre 2014 y 2023, pero esa suma se redujo a US$ 2.073 millones para el lapso 2015 y 2024, en que se consideran solo tres proyectos, según datos de Cochilco.
Hace algunas semanas, Ignacio Moreno, subsecretario de Minería, reconoció que este segmento es uno de los más vulnerables de la industria minera, pero que existen pocas políticas públicas de apoyo.
Varias de estas faenas enfrentan una situación de caja compleja, e incluso algunas presentan insolvencias o cambios de propietario. Por eso, Enami se encuentra estudiando nuevas fórmulas de créditos para ayudar a este sector, que concentra unos 63.600 empleos entre directos e indirectos. Se estima que este segmento tiene cerca de 254.548 habitantes dependientes de su actividad que, por lo general, se encuentra en zonas con difíciles alternativas de ocupación.
El problema con las medianas y pequeñas mineras podría profundizarse, ya que, al menos hasta fines de 2017, no se prevé un alza relevante del precio del cobre, según han estimado varios expertos. Ellos aseguran que la opción es la reducción de costos y el alza de la productividad.
