El economista Bernardo Fontaine sostuvo que la postura asumida por la oposición frente al proyecto de modernización tributaria busca obstaculizar la propuesta del Ejecutivo.
“El problema central es político. La oposición busca derrotar políticamente al gobierno rechazando la idea de legislar. El objetivo de la oposición parecer ser rechazarla y así no volver a discutir de impuestos por un año. Ese es el problema central, más que el contenido mismo. Sí es cierto que desde la oposición han surgido una serie de críticas, pero son más bien disfraces técnicos para esta obstrucción”.
“Todas las objeciones que tiene la oposición, algunas de las cuales son muy legítimas, pero son discutibles después de haber aprobado la idea de legislar. Yo creo que no aprobar sería darle la espalda a la ciudadanía y al mundo económico”, añadió.
Contempló que “las pymes por ejemplo saldrían beneficiadas con la reforma tributaria; es mejorable, pero en estricto rigor es mejor, entonces un millón de ellas estarían esperando un mejor sistema tributario y se les estaría negando si es que la oposición insiste en no legislar; además, 167 mil personas que pagan un impuesto extra por la falta de integración del sistema”.
Destacó que aunque a grandes rasgos la modernización tributaria propuesta por el Ejecutivo supone aportes y es más práctica que el actual sistema, “es débil en cuanto a los incentivos al ahorro y a la inversión. Es uno de los grandes problemas, incluso del que fue aprobado en 2014, porque dio un gran golpe al ahorro”.
