Producto que la justicia militar, particularmente la ministra en visita, Romy Rutherford, se encuentra indagando más de 1.500 viajes al extranjero que hicieron militares entre 2009 y 2015, se han abierto varias alertas en el plano político, particularmente en La Moneda.
Ello a raíz de la arista “Empresas de Turismo” que se abrió en la investigación por un desfalco en el Ejército en la cual se han ido estableciendo que militares de esa institución habrían comprado pasajes con cargo a las arcas fiscales para luego cambiar la categoría del asiento del vuelo quedándose con el remanente.
O en otros casos, derechamente, habrían cambiado el destino del vuelo para temas personales.
De hecho, por este caso -el martes- se ordenó la detención de la otrora segunda antigüedad del Ejército, el general John Griffiths, quien pidió su baja de forma inmediata luego que Rutherford lo acusará como eventual autor de reiterados fraudes al Fisco por esa materia.
Detención que se prolongó por casi 48 horas, puesto que la Corte Marcial aprobó durante la tarde, por 4 votos contra 1, y previo pago de una fianza de $1 millón de pesos; la libertad del general.
Esta arista se ha vuelto un dolor de cabeza para la comandancia en jefe del Ejército, que dirige Ricardo Martínez; para el ministro de Defensa Nacional, Alberto Espina; y para el presidente de la República, Sebastián Piñera.
¿La razón? Dentro de los más de 1.500 viajes que están en el radar de la justicia existen comprobadamente, como reveló La Tercera en su edición papel, 348 viajes de generales y 892 coroneles.
Por ende se tendrá que revisar uno a uno cada caso para ver su situación, es decir prácticamente todo el alto mando del Ejército está en entredicho de la justicia.
La situación llega a días de que el Piñera tenga que tomar dos decisiones importantes respecto a esta institución.
Primero, nombrar a un general de Ejército como jefe del Estado Mayor Conjunto, situación que literalmente se congeló ya que, según se ha transmitido desde el Ejecutivo, la administración Piñera no quiere cometer el error de nominar a un oficial que luego tenga que salir por investigaciones ligadas a corrupción.
Segundo, y en la misma línea, debe visar la conformación del nuevo Alto Mando 2019 de la institución castrense.
Consultado sobre este tema, el Mandatario reconoció la preocupación que existe al respecto.
Tema que está en manos del ministro Espina, quien deberá poner la lupa sobre las promociones de nombres que entregue el mando del Ejército, es decir, será responsabilidad de esa institución el resultado de esas propuestas, indicaron altas fuentes de La Radio en Palacio.
La diputada RN y miembro de la comisión de Defensa, Paulina Núñez, se manifestó confiada en el rol que está cumpliendo Espina en esta situación.
Otro integrante de la comisión de Defensa de la Cámara, el frenteamplista Jorge Brito, sostuvo que debe aclararse por completo la situación ya que el Ejército y las Fuerzas Armadas, dijo, no puede actuar impunemente en nuestro país.
En noviembre, como todos los años, se ejecutará el explan Huracán -ahora le cambiaron el nombre por Tormenta- en que el Estado Mayor Conjunto es el que se encarga de ejecutar coordinadamente a las tres ramas militares en un ejercicio de enlace.
