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Revelan contenido de cartas que advertían abusos de Laplagne y que Ezzati habría desestimado

El panorama del cardenal Ricardo Ezzati es complicado. Cartas enviadas el 2011 comprueban que fue advertido de las acusaciones por abuso sexual contra el sacerdote Jorge Laplagne.

Se trata una carta enviada por el entonces canciller Hans Kast en marzo de ese año en la que pedía iniciar una investigación y tomar alguna cautelar contra Laplagne, adjuntando un testimonio en su contra, según consignó La Tercera. Pese a esto, Ezzati permitió cerrar la investigación desformalizada.

A pesar que hay imputaciones contra Laplagne desde 2010, la Iglesia recién este año comenzó una indagatoria formal en su contra, pese a que por un decreto de 2010, Raúl Hasbún quedó a cargo de la indagatoria informal contra Laplagne.

En ese momento, Kast le envía un correo a Hasbún con el contacto del denunciante, mail que es respondido agradeciendo haber hecho llegar la información. Asimismo, le indica que revisará el caso con el entonces vicecanciller Óscar Muñoz, hoy indagado por abuso y estupro en una investigación que también tiene como imputado a Ezzati como encubridor.

En mayo de 2010 la víctima llega a la casa de Hasbún a prestar declaración por segunda vez, instancia en que indica que el abuso “ocurrió cuando tenía 15 años de edad, a mediados de 2005″.

El documento de la Iglesia señala que se le conminó acudir a la justicia civil, lo que ha sido desmentido por la víctima.

“Las personas capaces de aportar antecedentes y guardar la confidencialidad, muy cercanas al investigado, no confirieron verosimilitud a la denuncia. Sin embargo, una de ellas solicitó hace poco una segunda entrevista. En ella no cambió sustancialmente su primer testimonio, pero sí dijo percibir ahora hechos nuevos o mirar los antiguos con una mirada más perspicaz. Aportó 4 datos de posibles testigos. Uno de ellos sería un muchacho que tras un período de gran cercanía al párroco se habría retirado por completo de la parroquia aduciendo ‘tener odio’ porque el sacerdote le habría pedido ‘acostarse con él’. Pediré a este joven que se presente a testimoniar, como también su hermano, que fue seminarista presentado por el mismo P.Jorge L.”

Este es parte del texto escrito en diciembre de 2010 a Ezzati y Errázuriz.

Tres meses más tarde, en marzo de 2011, Kast recibe el testimonio contra Laplagne. Se trata de la declaración de una religiosa de la Congregación Apóstoles del Sagrado Corazón de Jesús.

De acuerdo al documento, al que accedió La Tercera PM, ella relata su madre le confesó que un acólito acusó a Laplagne de tocarlo de forma “impropia y abusivamente”.

También comentó que a otra religiosa le habían reportado otro caso por abuso: “La hermana le preguntó si ya había denunciado esto ante la justicia civil, pero él le habría dicho que no, porque en el Arzobispado la habrían dicho que primero debía cerrarse el proceso canónico”.

“Es necesario abrir una investigación previa”

“Pienso que es necesario abrir una Investigación Previaconforme lo pide el can. 1717, que no se demore mucho para discernir la verosimilitud de este asunto considerando que se trata de dos hechos en diferentes lugares y tiempos. Quizás haya que considerar alguna medida pastoral y/o cautelar. Se hace por otro lado urgente abrir un Departamento en la Arquidiócesis que pueda recibir estas denuncias ya que la Cancillería tiene múltiples otras tareas y es prioritario atender cada denuncia que pueda llegar a la Curia”.

Esta fue la carta escrita a Ezzati con copia a Fernando Chomalí, en que advierte que hay dos casos distintos.

En enero de ese año, Fernando Ramos le escribe a Muñoz contándole que “con don Ricardo estuvimos viendo el informe que preparaste del caso Laplagne con los datos recibidos de Chillán. Para seguir adelante sería bueno que te juntaras con el joven, quien te escribió para expresarle cercanía, preocupación porque esté acompañado por ps. Hay que decirle que la persona que estudio el asunto no pudo concluir que se iniciara un proceso pero que si él conoce otros antecedentes que por favor los proporcione”.

Pese a esto, en 2015 el caso se cierra sin considerar los antecedentes aportados por Kast. Muñoz Toledo y Hasbún para cerrar la causa se remitieron al reporte de un sacerdote y sicólogo chillanejo que vinculó las declaraciones de las víctimas a una “distorisión” ocasionada por los reportajes de abuso de Fernando Karadima.

Existe “posibilidad de distorsión perceptiva y cierto protagonismo mitómano a causa de las insistencias y cargas mediáticas de esos días”, señaló.

Fuente: BioBioChile.

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