Chile cuenta con una de las tasas más altas de esta patología y de sedentarismo de la región.
La enfermedad ya no sólo afecta a los países desarrollados, sino también a los que están en vías de serlo, aseguran los expertos.
La obesidad es una enfermedad moderna que afecta la calidad de vida y salud de una gran parte de la población mundial. En el marco del II Seminario Internacional del plan contra la obesidad estudiantil “Contrapeso” de Junaeb, Eve Crowley, representante de la FAO en Chile y para América Latina y el Caribe, indicó que tres de cada cuatro chilenos tienen sobrepeso.
Nuestro país ostenta una de las prevalencias de obesidad y sedentarismo más altas de la región, lo cual se explica por la falta de actividad física y una alimentación inadecuada desde la infancia: se suele comer a deshoras, con una dieta reducida y homogénea de productos, donde prima la rapidez por sobre la calidad de lo que se consume.
Por su parte, Dimitris Mamay, Director para América de Alimentación para el Desarrollo de Tetra Pak®, fue enfático en señalar que la obesidad es un problema a nivel mundial, que debemos enfrentar todos en conjunto: “En los últimos 40 años, la obesidad se ha triplicado en el mundo, afectando no sólo a los países desarrollados, sino también a los que están en vías de desarrollo”.
A lo que agregó que, en 2016 ya existían 340 millones de niños y adolescentes -entre los 5 y los 19 años- con sobrepeso u obesidad a nivel global, “frente a lo cual, es fundamental que los programas de alimentación escolar de cada país se adapten al contexto nutricional y a la actividad física requerida, con el fin colaborar en este desafío”.
Desde la visión del Mamay, “la industria alimentaria tiene un papel fundamental en la apuesta por reducir los índices de sobrepeso en los niños. Por ejemplo, minimizar el contenido de grasa, azúcar y sal de los alimentos; asegurar que las opciones saludables y nutritivas estén disponibles y asequibles para todos los consumidores; y apoyar las mejores prácticas alimenticias y actividad física en sus entornos y áreas de influencia”.
Sin embargo, la solución estaría en la toma de un conjunto de medidas, ya que “un solo hábito o factor no son responsables del sobrepeso y la obesidad. Combatirlos se logra con el resultado de una combinación de factores que comprenden la genética, la nutrición, el entorno sociocultural, incluyendo el estado psicológico de una persona, entre otros”, sentenció.
