Víctor Varela, de 18 años, es un soldado conscripto del regimiento N° 23 Copiapó, que fue reconocido con la medalla “18 de septiembre” en el desfile por las glorias del Ejército que se efectuó en la capital de la región de Atacama.
Además de destacar entre sus pares con las mejores calificaciones de la promoción 2017, Víctor cuenta con una historia ejemplar de motivación y superación antes de llegar a la institución que se ha vuelto su hogar.
Varela perdió a su padre cuando bebé, mientras que su madre murió cuando tenía 7 años, indicó el medio local SoyCopiapó. Después de aquello vivió en diferentes hogares dependientes del Sename, hasta llegar, a sus 16 años, al hogar Ayún de Chañaral. Allí recibió la ayuda de una “tía” con quien mantiene el cariño hasta hoy y que estuvo presente en la ceremonia.
Infancia triste -relatada en su condecoración- donde los peores momentos eran las celebraciones como la recién vivida o Navidad, que era cuando Víctor Varela más sentía la ausencia de sus padres.
Tal como cuenta el medio nortino, el ahora soldado fue consciente del círculo en el que estaban metidos varios niños del hogar, en drogas o viviendo en la calle y decidió no conformarse con aquella realidad.
Luego de ingresar al Ejército, donde aprendió valores que -asegura- le han sido clave, este martes recibió la medalla que le fue entregada por la intendenta de Atacama, Alexandra Nuñez y el comandante de su regimiento, Andrés Rudolff.
El caso de Víctor también recuerda al de Pedro Aguilar, otro joven soldado nortino que superó una difícil infancia en hogares del Sename y el Hogar de Cristo.
Fuente: Bio Bio