En estos días en que cuesta que tengamos una comunidad solidaria, donde se pueda empatizar con el otro, acerca de sus inquietudes y características particulares que lo hacen ser un sujeto en un contexto determinado; hecho que lo lleva a no poder aspirar a las mismas oportunidades, es cuando se debe valorar el sistema intersectorial de promoción y protección social que crea la Presidenta Michelle Bachelet, en su primer periodo de gobierno.
No todos tienen la posibilidad de elegir. Esto puede verse en el acceso a los elementos básicos en barrios, poblaciones, calles, escuelas, lugares de trabajo, donde se pueda propender a tener una mejor calidad de vida. Como son el tener un mayor control de aquellas determinantes sociales, y que aún nos hacen visibilizar inequidades en temáticas de género, culturales, sociales, económicas, étnicas, situaciones de exclusión y discriminación.
Muchos de los procesos formativos básicos de los seres humanos están fuertemente influidos por experiencias tempranas en la vida. Existe amplia evidencia acerca de que el impacto de los programas de apoyo a las competencias y capacidades de las personas dependen crucialmente de qué tan temprano se desarrollen. Parte importante del desarrollo económico y social de nuestro país depende de cómo se apoye a los niños y niñas en sus etapas tempranas.
Desde el año 2007, el Sistema Integral de Protección a la Infancia Chile Crece Contigo avanza hacia la igualdad de derechos y oportunidades, generando condiciones de desarrollo desde la primera infancia, período clave para sentar las bases del desarrollo posterior. La etapa del desarrollo que acompaña este sistema integral – desde la gestación hasta su ingreso al sistema escolar – que considera la biología y las ciencias cognitivas, es una de las más significativas en la formación del individuo.
En la medida en que el acceso de los seres humanos a los recursos requeridos para un adecuado desarrollo desde etapas tempranas de vida está diferenciado por elementos socioeconómicos, la reproducción intergeneracional de la desigualdad de oportunidades se mantendrá. Y es aquí donde como Gobierno hemos avanzado, estableciendo un acceso preferente de las familias a toda la red de servicios y prestaciones sociales del Estado.
Es por eso que con mucho orgullo saludamos el cumplimiento de estos primeros 5 años, del Programa de Apoyo al Recién Nacido (PARN), el cual ha tenido significativos avances con el fin de satisfacer las necesidades de los niños y niñas que nacen en los Hospitales públicos de nuestro país y región. Esto porque desde la cuna debemos buscar los mecanismos para que todos tengan las mismas oportunidades en el acceso, para que así tengamos una sociedad más justa y solidaria.