Gracias a la precisión con que opera la empresa de transportes Tamarugal – la cual utiliza tecnología de punta en sus labores – el primer traslado de concentrado de cobre, desde las instalaciones en faena de Caserones hasta el de Terminal Portuario Coquimbo, resultó todo un éxito.
Con un contrato a 5 años en faena y confiando en el profesionalismo y capacidad, la Minera Caserones depositó en la Empresa de Transportes Tamarugal la responsabilidad del los traslados de concentrado de cobre desde Carrizalillo-Mina Caserones y Puerto de Coquimbo. El proyecto, que en primera instancia se desarrolló entre el 17 y 28 de julio, se llevó a cabo mediante 186 viajes de 480 kilómetros cada uno.
Si bien el profesionalismo y rigurosidad son las características que definen el trabajo de la Empresa de Transporte Tamarugal, su compromiso con el territorio, las comunidades y el medio ambiente, se sumaron a este hito, el cual se realizó a la perfección y sin alteraciones para las rutas por donde transitaron en el envío. “Somos una empresa que nace en Atacama, por lo que valoramos nuestras tradiciones y costumbres locales. Hemos asumido esta labor con gran preocupación, evitando alterar la tranquilidad de las comunidades que se ubican en la ruta por la que transitaremos” explica Omar Campillay Rojas, Gerente General de Empresas de Transportes Tamarugal.
En su conciencia ambiental y de acuerdo a las exigencias de la empresa mandante, la compañía adquirió tecnología de punta. Esto contempla 90 vehículos diseñados con la última generación para que el transporte del material se realice sin accidentes ni daños al medio ambiente, reduciendo al máximo las emisiones de polvo, generación de residuos y ruidos molestos. “Estamos conscientes de que esto se debe demostrar con hechos concretos. Adquirimos una flota de camiones con tecnología de vanguardia, acorde a nuestros principios y que cumple con los altos estándares y rigurosas normativas que nos exige el medio” expresa
Entre las ventajas que caracterizan a esta flota, cuentan con un moderno soporte que evita que la cubeta del camión – al retornar vacía a las faenas – emita los típicos ruidos que alteran a la comunidad con su paso. También el diseño consideró la seguridad de sus trabajadores, considerando la incorporación de lo que se conoce como “un tercer ojo”, que es un sensor que identifica la línea del camino para evitar accidentes. Los camiones cuentan además con cámaras ubicadas en la cabina y son supervisados por un moderno sistema de monitoreo satelital, lo cual busca prevenir riesgos y evitar las molestias a la comunidad.
Transportes Campillay está altamente preparada para cumplir a la perfección con este proyecto local “la región nos genera oportunidades y tenemos que ser agradecidos, por eso la forma de devolver la mano es hacer todos los esfuerzos para generar empleos locales. Tenemos el compromiso de capacitar a nuestros colaboradores y a todo el equipo que se hace cargo de este gran proyecto” finaliza.